Capítulo 4

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—No —soltó con firmeza—. Me niego, no lo haré.

—P-pero...

—Ni siquiera se te ocurra mencionarlo de nuevo o te prometo que vas a arrepentirte.

Dio la espalda dando a entender que la conversación se había terminado y que quería que se fuera de ahí pronto.

—Tampoco es como si tuviera muchas opciones doctor —expresó la enfermera con cautela—. La directora ya envió la circular a todo el hospital.

Jungwoo recargó la cabeza contra el respaldo de la silla y miró al techo. Odiaba demasiado estar en tal situación.

—Fran...

—Acepte que no puede hacer nada —pidió comprensiva—. Solamente será un año, pasará rápido.

Ella escuchó un intento de risa que más que eso fue una exhalación, pero el doctor siguió dándole la espalda.

—Un año demasiado extenso a mi perspectiva —respondió frustrado— ¿Qué pasará con mis vacaciones? Necesito un descanso de todo esto.

Le era imposible no pensar en ellas. Su madre prácticamente lo tenía atado de pies y manos, negarse a ello no era opción, sobre todo querer hacer algo costaría sus vacaciones, aquella anheladas y preciadas vacaciones, planeadas para irse a otro continente y olvidarse de todo durante tres hermosas semanas, que... ahora se encontraban en riesgo de desaparecer.

—Si le demuestra a su madre una buena disposición con sus internos sus vacaciones estarán a salvo.

—Solo... —suspiró el castaño— por favor quisiera estar solo.

La enfermera optó por acatar la petición del obstetra y dejarlo sólo antes de iniciar con su extenuante día laboral.

Una vez que el castaño escuchó el sonido de la puerta siendo cerrada, volvió a suspirar y dejó caer su cuerpo sobre la silla, quedando inclinado como una tabla de madera sobre alguna superficie.

Con los pies generó el movimiento necesario para que la silla se balanceara de un lado a otro, un acto demasiado infantil, pero que lograba ayudarlo a sobrellevar el estrés que se acumulaba constantemente.

Estiró la mano hasta llegar al escritorio y tanteó dicha superficie en busca de su teléfono, el cual encontró rápido.

"No puede irme peor." Pensó sin creer lo que había en la pantalla.

(Kun) Estoy volando a Osaka, lo siento Woonie.

Ese era su mejor amigo, justo la persona que necesitaba en ese momento. Se apresuró a enviar un texto, iba a ser infantil, lo sabía, pero parecía que todo confabulaba en su contra.

¿Tú también me vas a abandonar?

¿Qué clase de mejor amigo eres?

Mal amigo, yo tengo que asistir a la conferencia del inicio de la temporada de internos y tú disfrutarás Japón.

Tuvo que suprimir las ganas de gritar, y de nuevo buscó el contacto de su hermano.
Dudó varios segundos respecto a presionar por enésima vez en la mañana o darse por vencido. Era como si Doyoung en verdad no deseara saber nada de nada, ni de nadie.

Miró el contacto en la pantalla y no por unos cuantos segundos, sino que demoró lo suficiente, pero al final... suspiró dejando el aparato en el escritorio y tomó la carpeta de los futuros internos bajo su cuidado antes de reincorporarse con una clara decisión en la cabeza. Asistir a la maldita ceremonia y resignarse a su castigo.

Matrimonio Clandestino [TaeDo] En ReediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora