Videntium (Noctis) Final Fantasy XV

PROLOGO

Hace muchos millones de años cuando el planeta Eos nació, el mito dice que no mucho después aparecieron los Sidéreos, deidades cuyo propósito era el proteger a la humanidad pero principalmente el de servir al único y verdadero rey de este mundo, Titán quien tiene a sus espaldas el inmenso meteo, Lamu capaz de invocar tormentas y rayos, su presencia hacia que el cielo se llenase de nubes negras, Leviatán que controla los océanos, mares y ríos capaz de crear tempestades, Shiva la más hermosa y capaz de congelar todo a su paso, Ifrit que al contrario de Shiva consume lo que sea gracias a su don del fuego que fue concebido a los humanos y por ultimo pero menos importante Bahamut tal vez el más grande de todos sus hermanos, con la majestuosa forma de un dragón que sobrevuela los cielos.

Inesperadamente la humanidad fue azotada por una enfermedad extraña que los llenaba de oscuridad y los transformaba en monstruos pero como era de esperarse los Sidéreos protegieron a la humanidad, su bendición fue otorgada a un joven inmortal con el poder de absorber la oscuridad, también le otorgaron a la dama más pura la habilidad de comunicarse con los dioses y ser su porta voz dando origen a él primer Oráculo, la profesia habla sobre un joven que será bendecido por los dioses para ser él gran rey de reyes, ese mismo rey a quienes ellos protegerían y servirían, ese rey capaz de controlar el cristal de luz o mejor conocido como la Santalita para así traer de nuevo la paz al mundo.
Después de una serie de eventos los dioses optaron elegir aun un humano para la misión de ser quien precensiara el destino de la humanidad, alguien que vigilara que este se ejecutara según su voluntad, pero estaría maldito a sobrellevar la pena y dolor del mundo aun así aquel humano acepto y se convirtió en él primer Videntium.

- ¿Entonces esta historia que me cuentas es sobre los antepasados de nuestro rey y del oráculo?

- Así es.

- ¿Qué pasa con el humano que fue elegido al final?

- Bueno... - él hombre de ojos verdes se perdió en sus pensamientos por unos segundos probablemente por la mejor respuesta - ni yo mismo estoy seguro ya que eso último solo es una leyenda.

- ¿es falso?

- Es una leyenda cariño así que algo de verdad debe tener, pero creo que es hora de que mejor duermas de una vez.

- Pero no tengo sueño aun.

- Obedece y duerme o mañana no podrás levantarte y no queremos que tu madre te reprenda por ello,

- Está bien pero solo si prometes llevarme a pasear a Chocobo - él hombre frunció su ceño ante tal petición, pero al final término agitando levemente su cabeza con una expresión divertida pues le era imposible negarle algo a su pequeña.

- Bien lo prometo pero duérmete de una vez.

- Gracias papá, te amo.

- Yo también, descansa cariño - finalizo acariciando su cabeza dedicándole una mirada de amor y devoción a la criatura que rápidamente termino durmiéndose - lo siento - murmuro para sí mismo abandonando la habitación.