Videntium (Noctis) Final Fantasy XV

Capitulo 17

Omnisciente.

-No puedo garantizar lo que no está en mis manos.

-Es lógico has sido muy franca de todos modos.

-¿Qué voy a hacer? Tanta juventud y drama me toca la fibra más sensible, Regis muerto, el cristal robado... ¿Cuánto ha pasado desde que perdieron a su ultimo Oráculo? ¿Cuánto desde que él Videntium apareció en este mundo? Hace ya más de una década que el Imperio perdió el juicio...

Fin de la narración.

-Noctis - murmure para mí misma observando su figura alejarse a través de la ventana, muy dentro de mi desee poder ver esos ojos azules y como si mi deseo fuese escuchado él giro su cabeza hacia atrás por unos segundos esperando encontrar algo, pero al final continuo su camino hasta perderse de mi vista, unos toques a mi puerta llamaron mi atención y asiéndole caso a mi instinto me apresure a esta para encontrarme con ella, ahí de pie frente a mí - Luna Freya - sin esperar respuesta de ella sostuve su delicada mano y la guie dentro de la habitación lejos de las miradas curiosas que nos observaban - me alegra tanto ver que se encuentra bien.

-Gracias, me alegra mucho poder conocerte al fin en persona...

-Alanís, Lanis o como usted prefiera.

-Solo dime Luna, Alanís - dijo con una sonrisa cálida, ambas permanecimos en un cómodo silencio por unos minutos observándonos y de alguna forma comunicándonos sin la necesidad de palabras, no me había dado cuenta que aun sostenía su mano hasta que sentí su otra mano cubrir la mía - hay muchas cosas que quisiera poder hablar contigo pero no tenemos mucho tiempo, pronto será el ritual para despertar a Leviatán y sé muy bien lo que eso conlleva.

-Aun puedes evitarlo, si tu así lo deseas yo puedo ayudarte.

-No, sé muy bien cuál es mi destino y tampoco podría pedirte tal cosa..

-No comprendo, aunque tu no lo digas sé muy bien lo que sientes y lo que has tenido que sacrificar ¿Por qué no puedes ser libre? - dije casi al borde de las lágrimas sintiendo los sentimientos de Luna a través de nuestras manos unidas, su sonrisa antes cálida y dulce se tornó triste.

-No debes sentirte triste Alanís, sé que tarde o temprano podre serlo y a pesar de todo también soy feliz de cumplir con mi deber porque sé que él aun te tendrá a su lado para acompañarlo en lo que le depara ¿puedes sentirlo? - yo solo asenti porque no sabía que responder o decir, volví a levantar la vista para encontrarme con sus ojos claros y puros.
- ¿no temes? - cuestione con duda.

-No, pero a lo que si temo es a perderlo todo por no hacer nada.

-Eres muy valiente Luna.

-Tú también lo eres, nunca dudes de ti misma y mucho menos te dejes caer, es fácil decirlo, lo sé, pero tengo fe en ti.

-Al parecer muchos también lo hacen - dije avergonzada.

-Porque saben que lo harás bien.

-Enserio me habría gustado poder conocerte antes.

-A mí también.

-Lo siento.

-¿Por qué?

-Por lo que Nifleheim le hizo a tu familia - descuidadamente limpie una lágrima rebelde al ver aquella imagen de ese fatídico día unos años atrás.

-No tienes por qué disculparte, el hecho de que lleves tal responsabilidad no te hace responsable de las acciones y lo que hay dentro de sus corazones. También... ella me pidio decirte que te ama y que siempre lo hará.

-Lo sé, me hubiese gustado tanto poder verla aunque fuera una última vez - sin esperarlo Luna envolvió sus brazos alrededor de mi haciéndome sentir confortada y protegida mientras me desacia en llanto, después de un largo momento en que permanecimos abrazadas Luna se apartó de mí y se marchó asegurando que más tarde hablaríamos pero la realidad era que ella no deceaba que observará su momento de debilidad, lo sabía, sabía que cada vez le resultaba difícil mantenerse debido a la responsabilidad que llevaba consigo, si tan solo ella me dejará yo haría todo lo posible en mis manos para evitarle esa pena y ahora de nada me servía lamentarme por que no tenia derecho alguno de ello.