Capitulo 12

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Exitosamente él príncipe logro recibir el fulgor del Sidéreo del rayo Lamu, también obtuvimos noticias sobre Regalía y tal cual sugirió Gladio, fue el Imperio el responsable de ello, había que recuperar el auto lo antes posible pero para eso habría que infiltrarse en una de sus bases y eso sería después de acampar.

-¿Alguna idea brillante Ignis? - cuestiono él príncipe.

-Más bien oscura, un asalto frontal nos dejara expuestos al peligro, pero si nos amparamos en las sombras de la noche podríamos infiltrarnos.

-¿y hasta entonces?

-Averiguaremos todo lo que podamos acerca de su diseño e intentaremos localizar la posición de Regalía, yo analizare toda la información que tenemos disponible para dar con un acceso.

-Suena bien, colega.

-¡vamos a recuperar nuestro auto! - celebro él rubio pecoso, con el plan en marcha en silencio me levante de mi sitio para alejarme un poco ya que necesitaba un poco de espacio para poder pensar sobre mi papel en todo esto.

( - parece que en el futuro tendremos una unión - menciono la voz del Rey.

-¡Encuéntrenlos! - los gritos resonaron en mi cabeza, las emociones de todos ellos me golpearon haciendo que mi cuerpo temblase cual hoja al viento.

-Es mejor olvidarlo - la voz de aquel desconocido era tan clara que era como si de verdad estuviera ahí, por reflejo mis ojos miraron en todas direcciones esperando encontrarlo pero solo se trataba de mi mente jugándome una broma. )

-¡basta por favor!

-Oye ¿estás bien? - la voz del príncipe me devolvió a la realidad, sus manos sobre mis hombros aliviaron el frio de la noche pero solo por unos momentos porque este volvió cuando las aparto haciéndome temblar, él príncipe lo noto y sin decir nada se despojó de su chaqueta para colocarla sobre mis hombros, la prenda desprendía el aroma del príncipe, mezclado con el de la tierra y otras cosas pero extrañamente no me resultaba desagradable porque la esencia característica de la persona predominaba sobre ellas, además la calidez que conservaba de su dueño me hacían pensar como si este me estuviese abrazando.

-Gracias pero ¿y tú?

-Está bien, mi cuerpo desprende mucho calor así que difícilmente siento frio.

-Haz ayudado a la dama en apuros príncipe Noctis, los Sidéreos han de recompensarte por ello - sonreí sutilmente aferrando la prenda a mi cuerpo.

-Con que no me taladren la cabeza me conformo - el silencio se instaló entre los dos pero no era el ya conocido silencio incomodo, más bien uno tranquilo y agradable.

-Príncipe Noctis ¿alguna vez nos hemos visto antes? - cuestione con la vista en el cielo estrellado pero de reojo podía mirar al príncipe concentrado en mi - es decir ¿existe la posibilidad de habernos conocido antes de ese día en Hammerhead?

-¿Por qué lo preguntas?

-Solo es una idea mía que tengo, pero siento que en verdad te conozco de algo - apartando la vista del cielo hacia los magnéticos ojos azul media noche del príncipe me perdí observándolos por más tiempo del necesario, las mejillas sonrosadas del príncipe aun con poca luz eran todavía notorias pero a diferencia de las veces anteriores cuando nuestros ojos se encontraban por mucho tiempo su mirada no se apartó o se desvió lejos de la mía - últimamente me resulta fascinante observar el cielo nocturno y ya sé por qué - finalice con una sonrisa decidiendo que era hora de volver con los demás, al pasar al lado del príncipe me detuve al sentir como mi mano era sujetada por la suya - yo también tengo algo que me gusta mucho admirar - mi respiración se atasco al escuchar esas palabras de su parte mientras sus ojos destellaban un ligero brillo rojizo sin dejar de obsevarme.

Videntium (Noctis) Final Fantasy XVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora