· ─ ❨ 𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝗯𝗼𝗱𝘆 𝘄𝗮𝗻𝘁𝘀 𝘁𝗼 𝗿𝘂𝗹𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗼𝗿𝗹𝗱 ❩
ayúdame a disfrutar al máxi
mo de la libertad y del placer
Kenjiro era alguien fuerte, inteligente y perspicaz, pero sobre todo, tenía bondad en su corazón. S...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yamagawa Kenjiro, a pesar de que llevaba varios días de haber aceptado la invitación formal del "invencible" Mikey a unirse a la Tokyo Manji Gang, seguía con una pequeña espina sobre si debía formalizarlo tanto. Ese día tendría que ir al Santuario Musashi a su primera reunión y en donde sería presentado hacía el resto de la pandilla, lo cual extrañamente lo tenía nervioso.
Hasta ese momento sus padres y su hermano no tenían idea de los planes que tenía y mucho menos de que entre esos se encontraba unirse a una pandilla. Aunque sabía que a ellos no les importaría mucho, si temían que su reputación se viera afectada por los "actos vandálicos" que podría llegar a ser, pero dado que era algo demasiado superficial para Kenjiro, terminaría haciéndolo.
Se había vestido como siempre, y mientras se colocaba la chaqueta de mezclilla encima escuchó como tocaban en la puerta de su habitación.
—¡¿Quién es?! —preguntó antes de abrir. Ya sabía cómo eran y quería evitar cualquier malentendido.
—Tu hermano, ¿quién más se molestaría en venir?
Rodó los ojos mientras abría la puerta y veía a Ichiro ahí, con su impecable traje de oficina y ceño fruncido (sobre todo al verlo vestido así).
—¿Vas a salir? —volvió a hablar él con molestia. Kenjiro se rio con burla.
—Es evidente. Tengo amigos que me esperan.
—Oh, vamos, tú no tienes amigos —contraatacó Ichiro dándole unas palmadas en su hombro, pero él no se dejaría, sino que gruñó y quitó su mano de mala manera—. Ni porque soy tu hermano mayor me respetas.
—Si te hubieras ganado mi respeto lo haría, pero no es el caso —fingió lamentarse—. Y créeme que el que no tienes amigos eres tú... ¿quién querría ser amigo del hijo del dueño de la empresa? Solo te verían por conveniencia.
El rostro de Ichiro se tornó rojo, y Kenjiro disfrutó mucho ese momento. No siempre tenía la oportunidad de molestarlo.
Solo que su hermano no se quedaría callado, por lo que escupió:
