· ─ ❨ 𝗲𝘃𝗲𝗿𝘆𝗯𝗼𝗱𝘆 𝘄𝗮𝗻𝘁𝘀 𝘁𝗼 𝗿𝘂𝗹𝗲 𝘁𝗵𝗲 𝘄𝗼𝗿𝗹𝗱 ❩
ayúdame a disfrutar al máxi
mo de la libertad y del placer
Kenjiro era alguien fuerte, inteligente y perspicaz, pero sobre todo, tenía bondad en su corazón. S...
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capitulo diecisiete
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Yamagawa Kenjiro se sentía destruido. ¿Ese era el sentimiento de perder a alguien que amabas? Porque él nunca lo había experimentado, en su corta vida no había perdido a alguien para siempre, pero ahora Emma, su mejor amiga, ya no estaba más y no volvería.
No era religioso, y aún así intentó hablar con el Todopoderoso para preguntarle por qué hizo eso, por qué se había llevado a una persona tan pura y noble como lo era Sano Emma. Una chica que solo pensaba en verse bonita para el chico que le gustaba, atender a su hermano y a su abuelo, preocuparse en la ropa que se pondría… Lo normal de una adolescente. Y ahora que le arrebataron su juventud de una forma tan patética le dolía tanto que no sabía qué hacer con ese sentimiento.
Al volver al piso donde se encontraban Takashi, Hakkai y Smiley, Kenjiro le contó todo al único consciente ahí. Él tampoco podía creerlo, parecía ser una mala broma e incluso hubiera preferido eso a asimilar que Emma murió. Kenjiro no podía imaginarse cómo se sentía Mikey, porque al salir el chico estaba tan inmerso en sus pensamientos que no lo volteó a ver y estaba seguro que su consciencia no estaba ahí en ese momento. Probablemente estaba tan destruido que no podía con la carga de perder otro hermano, y eso era jodidamente duro. Kenjiro tenía la suerte de no querer a su familia, pero sí fuera Takashi se sentiría de una forma similar más no igual, porque perder a tu familia debía ser algo insoportable.
Estaba tan perdido que no se percató que ambos capitanes de la ToMan habían despertado hasta que Hakkai le dio un golpe en la costilla. Kenjiro casi se cae de su silla, pero al ver a Takashi con esos bonitos ojos mirándolo sintió debilidad.
En definitiva él era su punto débil.
Se acercó a su cama y puso sus manos sobre sus mejillas, acariciándolas y dándole una sonrisa que no era sincera. Takashi lo notó.
—¿Qué sucede, Ken? —le preguntó él con curiosidad, llamando la atención también de Smiley, que, aunque siempre tenía los ojos muy cerrados los abrió al verlos en esa posición. Hakkai se situó a su lado, riéndose con desgana y dándole una palmada en el hombro a Smiley.
—Takashi, Smiley… —miró también al mencionado, tragándose las ganas de volver a llorar—. Emma está muerta, la ha matado Kisaki hoy.
—¿Qué…? —Takashi se sorprendió tanto que su rostro lo mostró, levantándose un poco de la camilla como instinto.
—Ese hijo de puta —farfulló Smiley con rabia, chocando ambos puños.
—Mikey está muy mal, y aunque no ví a Draken puedo apostar que estará igual. No podrán ir a la pelea contra Tenjiku.
Entonces, la puerta de la habitación se abrió y detrás de ella apareció Angry, con su típica expresión aunque se veía preocupado. Kenjiro lo miró atentamente, esperando alguna palabra de su parte.
