Capítulo 15

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A medida que los días pasan, Louis percibe más cambios físicos en su cuerpo. Si bien está ganando peso, se percata de que su masa muscular también está aumentando, pues sus piernas poco a poco van viéndose más tonificadas y su tren superior más definido.

Cada vez que se mira al espejo se sorprende a sí mismo admirándose con satisfacción; girándose o poniéndose de perfil para admirar sus glúteos y su espalda. Las inseguridades que se habían creado en su mente al inicio de su tratamiento van quedado enterradas en el olvido.

Le gusta cómo se ve, se siente cómodo con su apariencia y ama que, a pesar de estar enfermo, cuida su salud alimentándose saludablemente y haciendo ejercicio. Sin duda es un estilo de vida diferente al que solía llevar cuando creía ser beta, pero está adaptándose bien.

Es cierto que su enfermedad ha dificultado el aceptarse a sí mismo como omega, pues Louis no detesta en sí el pertenecer a esa casta, sino lo injusta que es su situación. Le hubiera encantado ser un omega normal, haber presentado durante su adolescencia y sin necesidad de tomar media docena de fármacos 2 veces al día solamente para funcionar correctamente, pero está aprendiendo a hacer las paces con todo eso.

Cada día mejora un poco física, mental y emocionalmente. Además, tiene la suerte de tener el apoyo de personas que auténticamente se preocupan por él y su bienestar.

Aunque todavía no le cuenta a Jenny, su abuela materna, sobre su enfermedad, ella siempre le recuerda lo mucho que lo quiere y lo orgullosa que está de él.

No puede esperar a que sea navidad para pasar tiempo con ella y su familia en Fresno.

Ya son finales de noviembre, así que falta poco. Cada día se vuelve más frío, por lo que Louis comienza a sacar sus abrigos y sudaderas del armario para usarlas cuando sale de casa. También saca cobijas más gruesas para su cama y el sofá de la sala, donde se pasa tardes enteras acurrucado con Perseo o con Harry leyendo y viendo televisión.

En una de esas tardes, Louis nota uno de sus más significativos cambios hormonales.

Él está acostado a lo largo del sillón, con sus pies descansando sobre el regazo de Harry, quien está sentado con sus piernas largas estiradas al frente y sus talones recargados en la mesita de centro. Perseo duerme en medio de ambos, mientras ven la segunda temporada de You, una serie de Netflix.

A pesar de que el programa se estrenó hace muchos meses, ellos empezaron a verla apenas un par de semanas atrás, y como acordaron verla juntos de inicio a fin, solamente los fines de semana encuentran el tiempo suficiente para avanzar un par de episodios antes de que uno de los dos se aburra.

Ya van por la mitad de la segunda temporada y decir que Louis está atrapado con la trama se queda corto. Claro, porque la trama incluye a Penn Badgley luciendo caliente en cada escena y además teniendo sexo apasionado y exquisito a la vista con sus coprotagonistas.

Justamente están viendo una de esas escenas, donde el personaje de Penn, Joe, es masturbado mientras Love, su pareja, habla por teléfono con su hermano. Dios, lo que él daría por poder tocarlo y...

Y entonces lo siente.

Abre los ojos por la sorpresa, dejando de prestarle atención a la pantalla.

Siente el calor de su vientre subir a sus mejillas y se sienta bruscamente sobre el sillón, despertando a Perseo por el movimiento repentino.

Oh... está mojado.

Por fin, está lubricando.

Cuando comprende la situación, voltea a ver a Harry inevitablemente.

El alfa ya lo está observando fijamente, respirando profundamente.

Se sonroja todavía más por la atención que tiene encima. Tiene que aclararse la garganta antes de hablar.

"Páusala, vuelvo enseguida," le pide antes de ponerse de pie y, aunque quiere voltear hacia atrás para asegurarse de que no ha dejado una mancha sobre el sofá, su dignidad se lo impide y camina directo al baño.

Harry observa cada uno de sus movimientos hasta que desaparece tras la puerta.

Tranquilízate, no reacciones como alfa enjaulado. Sólo es lubricante. Delicioso, caliente y húmedo lubricante con sabor a vainilla. Vainilla y canela.

Se queda en trance, por lo que olvida pausar la serie. Cuando reacciona, ya han pasado casi 2 minutos, así que retrocede el episodio hasta donde se quedó antes de que Louis se fuera.

Tiene que luchar contra sus impulsos para no restregar su nariz contra el asiento del sofá, ahí donde el trasero de Louis estaba acostado.

Eres asqueroso, eres un pervertido. Joe Goldberg sentiría asco de ti.

No lo hace, aunque lo piensa. En cambio, toma uno de los cojines del sillón y cubre su rostro con él, soltando un prolongado gruñido de frustración pura.

Perseo se asusta y salta del sofá para escapar de él.

Y eres un padre terrible, se recrimina cuando se da cuenta de que el gato huye de su lado.

"Mierda..." dice para sí mismo cuando nota su erección dentro de sus pantalones de chándal. Se pone el cojín sobre el regazo para ocultarlo.

Cuando Louis sale del baño, lo escucha caminar hacia la cocina y husmear entre los gabinetes. Después de un par de minutos regresa con un tazón lleno de palomitas naturales, el cual deja en medio del sillón, pues él se sienta en el otro extremo del mueble.

Le lanza una mirada a Harry antes de tomar un puñado de palomitas y por supuesto que nota el cojín sobre su regazo, pero no menciona nada al respecto.

"Ponle play," le dice cuando se acomoda en la esquina del sillón.

Lo obedece y continúan viendo el programa sin tocar el tema durante el resto de la tarde. 

Hipopituitarismo - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora