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Por fin, el dia mas importante de sus vidas habia llegado.

El castaño aun se encontraba en su pequeño camerino observándose en el algo sucio espejo que habia enfrente de el. Su pelo, perfectamente peinado junto a su deslumbrante maquillaje le daba una aura angelical y conseguía que destacara poe encima de todo el mundo. Miraba nerviosos que todo en su bello teaje blanco estuviese en orden para la hora. Estaba a punto de casarse y sintió que estaria a ounto de estallar cuando la puerta fue abierta repentinamente.

—¡Hangyul, acabarás matandome de un infarto! —exclamo Wooseok levantandose de su asiento y llevandose las manos a la cabeza.

—Oh vamos, no seas exagerado... —Termino por entrar del todo y el menor pudo comprobar que efectivamente, jamás habia visto a su amigo estar tan arreglado en su vida, con un traje color morado que resaltaba muy bien la zona de su pecho.

—Wow, estas precioso... Ese traje fue buena opción para ti. —sonrió el castaño, con sus ojos ya llenos de lágrimas.

—No llores hombre, te vas a quitar todo eso que llevan horas haciéndote... —sujetandole de un brazo le apego a el con dulzura y le estrechó entre sus brazos.

—E-es que aun no me creo que... me vaya a casar con alguien que verdaderamente me hace feliz... Es un sentimiento tan abrumador que siento ganas de llorar y saltar de la felicidad... es hermoso, Hangyul...

—Es lo que te mereces. —con cariño beso su coronilla y se separó. —Ya es la hora... Asi que.

Sintiéndose confiado, Hangyul le ofrecio su brazo a su mejor amigo y estuvo a punto de llorar de nuevo, ni siquiera podia creer que le estuviera acompañando en cada momento de su vida, fuese bueno o malo, y jamas le había defraudado. Por eso, se contagió de su seguridad y abrazo su brazo, liato para emprender camino hacia una nueva vida.

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El azabache, por su parte, sentia que tendría un ataque de panico en ese mismo momento. No por la gente, porque no había mucha tampoco, si no por lo que esa ceremonia suponia para él y para SunHee.

Sus padres desde que era bastante más joven, le habian recalcado que por su sexualidad "desviada" jamás encontraria el amor en alguien de su mismo sexo y se quedaría solo toda su vida; y ahora estaba a punto de comprometerse con su alma gemela, y estaba tnato feliz como asustado.

Las inseguridades se hicieron cargo de liar sus pensamientos y ponerle en in compromiso. De repente se sentia tan pesado, tan insignificante que podria salir corriendo ahora mismo. Apretó sus puños intentando calmar sus pensamientos intrusivos cuando una mano mas pequeña que la suya le acarició el brazo.

—Papá, ¿estas bien? —pregunto en un murmullo SunHee, que estaba algo preocupada.

Ella sin duda era la mas resplandeciente, con su vestido color de rosa brillante y su peinado parecia una princesa sacada de un cuento, y mas con su pequeña cestita de pétalos de rosa, que ella se encargaría de tirar ppr la pasarela al altar. Eso le saco una sonrisa enternecida al azabache, quien se giro para verla mejor.

—Claro que estoy bien peque, solo estoy un poco nervioso... —solto una leve risa y jugo un poco con los gemelos de sus muñecas.

—Obviamente, ¡te vas a casar! ¡y va a ser muy emocionante! —sonrio SunHee, tomando asiento al lado de su padre. —Es que... yo también quiero verte feliz... Por eso quiero que este sea el mejor dia de tu vida.

—Por supuesto que lo sera... ¿sabes que dia es aun mas especial que este? —Ella lo miro y nego con la cabeza, curiosa. —El dia que te sostuve en brazos por primera vez... —hizo un puchero recordando aquella escena enternecedora escena. —Eras tan pequeña y llorona, jamás olvidare ese día...

 ◜ single dad  ៸៸   seungseok  🍀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora