Alguien tocó y yo abrí.
A Charles parecía no importarle que eran las 4 de la mañana de un día de clases. Él sólo sonreía dulce y elegantemente.
—Subiré al techo, nada inspira más que ver cómo huye la noche del sol —anunció—. La última vez dijiste que te pidiera venir conmigo.
Suspiré
—Y te pareció oportuno hacerlo a esta hora.
—¿Insinúas que lo planeé? —preguntó fingiendo inocencia con una ladeada sonrisa y ojos largos.
Crucé los brazos sobre mi pecho y dejé caer más peso en un pie.
—Iré a cambiarme.
—Subamos en pijamas.
Hasta su pijama era elegante, de un color neutro y una bata de un tono vino. En cambio yo vestía un short de un azul o violeta oscuro que tenía varios mini Stitch, con una camisa negra de tiros. Ya había usado todas mis camisas cálidas para dormir y el estudio no me permitió bajar a la lavandería. Charles notó como nos comparé con la mirada.
—Te presto esto —Y empezó a quitarse la bata.
Recordé como había echo algo parecido la otra vez bajo las farolas. Miré a otro lado, aún sentía algo de vergüenza por mí comportamiento.
La tendió, miré y aprecié un segundo su anillo de bordes dorados y centro negro. Tomé la bata procurando no tocar sus manos, las cuales desprendieron cierta calidez.
(...)
A parte de su libreta y lápiz, Charles había traído café.
Sí, café.
Él se sentó a lo largo del muro que bordeaba el edificio, a mí me dio miedo y me senté en un estructura de cemento que parecía proteger algún aire acondicionado. Estaba a su misma altura.
Empezó a escribir mirando la ciudad, parecía tener una idea. ¿Yo estaba ahí solo para verlo?
—Me estoy aburriendo.
—Te puedes ir, no estás obligada a quedarte —me recordó con suavidad, sonriendo a medias sin mirarme.
Hacia frió y me envolví más en la cálida tela.
—Me quedaré por el café, está bueno —bromeé segundos antes de tomar de mi taza.
Estuvo escribiendo unos segundos más.
—¿Puedo ayudarte?
—No.
—Te recuerdo que estudio literatura, si quieres podría no fijarme en lo que escribes pero sí asegurarte si estás usando correctamente los signos de puntuación.
Me miró como si tuviera un mono en la cara.
—Si lo que quieras es leer lo que escribo, deberías esforzarte más.
—Tienes miedo, te da miedo que encuentre errores gramaticales ahí —Apunté su libreta.
—Le temo a cosas más realista.
—¿Cómo...?
—Lo peligrosamente corta que es tu pijama —Lo miré como si tuviera monos en la cara—, podrías contraer un resfriado, me preocupo—Fingió que volvía a escribir con inocencia.
Sonreí al bufar y me acerqué a él, posando mis codos en el muro.
—Te ves sexy cuando desvias el tema, ¿Lo sabías? —bromeé de vuelta.
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Pusilánime | Caballeros Grises N° 1
Mystery / ThrillerCuando se miran saben que alguien está mintiendo y se preguntan quién será capaz de quitarle la máscara a quién. ¿Quién es mejor escondiendo la verdad? ✓♟️Primer libro de la Trilogía 🏴Caballeros Grises🏳️ "¿El caballero es valiente y noble por...