¿Por qué hoy es tan especial?

Lentes

Izuku salió del edificio en busca de Shoto. ¿Volvía a huir? A lo mejor, se había pasado un poco con el beso.

—T- todoroki-kun. Ya estamos aquí.

La cara del bicolor era de alguien desconcertado. Sospechaba que algo pasó.

—¿Qué sucedió? ¿Había una cola larga para el baño?

Bakugo entendió la expresión que había puesto Todoroki apenas vio la cara teñida de rojo de Deku.

—No ha pasado nada, Mitad Mitad. Solo nos hemos distraído con otros stands.

—Ok. —Esa respuesta no le había convencido—. Entiendo.

—¿Y si seguimos viendo más stands y luego ya nos vamos? —propuso Izuku un poco más calmado.

—Genial, me parece bien.

Dieron un último recorrido viendo todos lo que se ofrecía al público. Por su lado, Bakugo estaba preocupado. Creía que había arruinado todo porque Deku estaba evitando contacto visual con él. Necesitaba cortar la tensión.

Las fechas y el calendario del peliverde le dieron una idea. Afortunadamente, en ese lugar podías encontrar de todo. Por eso no demoró en hallar el objeto.

—Disculpe, me podría decir el precio, por favor.

—Cada uno está 1000 yenes, pero tenemos una promoción de 3x2.

No tenía pensado regalarle a Shoto unos lentes; no obstante, ahorrar era importante.

—Los llevaré con la promoción.

Bakugo corre hacia el par que estaba hablando con suma discreción en una esquina. Podía imaginarse el tema de conversación porque apenas vieron que se aproximaba cortaron la plática.

—¿Qué compraste, Kacchan? —preguntó Deku mirando la bolsa de papel que traía consigo.

—Hoy vi en tu calendario que había un 'Día Nacional de los lentes de sol'. Así que..., compré unos cuantos para regalar... —Saca unos lentes y se los da a Izuku—. También para ti, Mitad Mitad, pero solo porque estaba en oferta.

—G-gracias —comentó Izuku con una tímida sonrisa.

—Gracias igual.

Shoto se llevó otra sorpresa, ya que no esperaba un presente de parte del rubio. Ni siquiera por su cumpleaños le regaló algo.

—Ya no hay mucho que ver. Creo que ya podemos irnos.

Bakugo e Izuku aceptaron la propuesta. No obstante, durante el trayecto a los dormitorios no hablaron casi nada. Los únicos que mantuvieron charla fueron Todoroki, que estaba narrando sobre lo que había visto en el cortometraje, y el pecoso.

Llegaron antes del anochecer. El trío se disponía a entrar a sus respectivas recámaras; sin embargo, una proposición sorprendió a Bakugo.

—Kacchan, necesito hablar contigo.

Todos pararon en seco. Shoto entendió de inmediato las intenciones de su amigo.

—En ese caso, me iré adelantando. Nos vemos, chicos.

—Gracias, Todoroki-kun. Nos vemos.

Bakugo espero a que el bicolor se adentrará en los dormitorios para poder empezar la conversación. El motivo lo sabía perfectamente.

—Deku, perdón, el beso..., no debí hacerlo.

—¿Sabes? —Agachó la cabeza mientras trazaba líneas en suelo con su zapatilla—, no sé si deba enojarme o agradecerte por lo que hiciste.