Deku se ha estado comportando raro últimamente. Haciendo actividades y planeando salidas que no vienen al caso. Como si cada día fuera especial por alguna razón desconocida.
Bakugo, quien recientemente se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimiento...
Sí, lo admite. Algunos días no había cumplido, pero en general se sentía orgulloso de seguir con su plan. Sentía que cada vez apreciaba más cosas del mundo en el que vivía y eso lo llenaba de felicidad.
Hoy era un día importante y quería que esta fuera una oportunidad para compartir con Shoto.
Era un sábado frío y apacible. El bicolor había salido a las 9:00 a.m. después de que todos lo felicitaran por cumplir un año más de vida. Izuku y los demás lo saludaron apenas había descendido a la sala principal.
Entre algunos de sus regalos destacaba un vale de consumo en Sakanoshita market para comprar hasta 5 paquetes de soba. Este era el presente costeado por Sato, Shouji, Hagakure y Ojiro.
Adicionalmente, recibió una taza con un diseño de letra dorado muy llamativo que decía "Hot N Cold". Ese sin duda era cortesía del chacotero grupo formado por Mina, Denki, Sero y Kirishima.
―¡Oh vamos, bro! Es su regalo de cumpleaños, no una broma pesada.
―Si no pone "IcyHot" o "Bastardo Mitad Mitad" entonces no gastaré ni un maldito yen.
―Bakugo daba un vistazo a una revista deportiva mientras estaba acostado en su cama de manera relajada.
―Pero...
Kirishima necesitaba que aceptara la propuesta para poder pagar más rápido el pedido de la taza personalizada.
―No ―respondió el rubio de manera cortante.
―Bakubr...
―¡Maldita sea! ¡Que no Kirishima! Ya veré yo que le regalo.
Kirishima salió cabizbajo de la habitación del explosivo chico. El plan al parecer se tenía que aplazar para poder pagar el regalo.
―Lo siento, muchachos. La última opción de convencerlo ha fallado.
Kirishima comunicó a todo el bakusquad lo que pasó, quienes ofrecieron una mirada de decepción y frustación.
―¡Argh! Bueno, no podíamos tener tantas esperanzas en Bakugo de igual manera ―puntualizó Mina.
―¿Qué se puede hacer? Esperemos poder costearlo entre nosotros ―agregó Denki.
―Claro, con un poquito más de esfuerzo a lo mejor lo logramos ―animó el pelirrojo.
Izuku pensó en regalarle una peculiar camiseta negra que contenía un estampado con una frase muy conocida para los estudiantes de la UA. Esperaba que eso motivara a su amigo.
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