Domingo 19 de abril
Se miraba frente al espejo mientras reflexionaba sobre lo que estaba pasando dentro de él. Su pecho estaba inquieto. De pronto, se sentía con tanta energía que aseguraba ser capaz de correr toda una maratón de 42 kilómetros entera.
Ya había tomado un baño. Para ese día había decidido llevar un polo gris de manga corta que le proporcionaba gran comodidad en los movimientos. Adicionalmente, llevaba una camiseta verde claro y shorts, sin olvidar sus habituales zapatillas rojas. Muy buenas elecciones de nuestro estimado Izuku; su outfit tenía mucho estilo.
Katsuki se encontraba con una camiseta negra sin mangas, unos pantalones con estampado militar y una casaca de jean: una alternativa que consideraba adecuada para la ocasión. Había tomado en cuenta la sugerencia del pecoso y lo adaptó a sus propias preferencias.
En cuanto a lo que podrían hacer aquel día no habían muchas pistas. Era el día Nacional del Ajo, pero dudaba mucho que Deku viniera con la propuesta de hacer algo como comerlos, olerlos, o nadar en una piscina de ajos. Lo ponía nervioso no saber qué iba a enfrentar. De todas maneras, se forzaba a mantener la tranquilidad y lucir lo más natural posible.
Agarró su bolso y salió con dirección al baño. Lavó su cara con agua fría y miró fijamente su reflejo en el cristal colgado en la pared.
Ya era la hora de salir.
―¡Kacchan! Hola.
Ahí estaba Deku, con su mirada tan cálida como una tarde de verano. Se veía muy entusiasmado. ¿Qué habría estado tramando?
―Hola, Deku. Entonces... ¿me dirás a dónde vamos?
―Ahh, solo espera un poco más. ¡Ya verás que será increíble! ¡Vamos! ―Se giró y lo invitó con la palma de su mano a seguirlo.
―Ok...―susurró analizando cada palabra del peliverde―. ¡Oi, Deku! No camines delante de mí, ¡espérame!
Caminaron hasta la estación de tren más cercana y abordaron el primer vagón que llegó. Su viaje duraría aproximadamente 30 minutos.
―Tenemos suerte, no hay muchas personas. ¿Te parece si nos sentamos por allá? ―sugirió Deku.
―Vamos.
Bakugo pensó que lo mejor que podía hacer durante el largo trayecto era canalizar todas sus emociones mediante uno de sus pasatiempos favoritos. Sacó su teléfono y lo conectó con los auriculares que llevaba. Buscó en Spotify una buena canción y empezó a disfrutar de su música, sumergiéndose en sus deseos y en el beat de las composiciones.
Marcaba el ritmo con el dedo índice sobre su pantalón.
Izuku se sentía un poco incómodo por el ambiente. Aparte, no había traído nada para distraerse por el camino. Quizás podría iniciar una pequeña conversación para recopilar información nueva sobre el rubio.
―Kacchan.
―Sí.―Se retiró un poco uno de los auriculares.
Si fuera otra persona, se hubiera enfadado por interrumpir el disfrute de su playlist, pero entendía que para ganar puntos debía respirar y continuar con calma...
♪♫ Despégate de la amargura
Y déjame llevarte a tu debida altura
De tus locuras, de tus ideas
De tu cultura y de tu ciencia ♫♪
―¿Qué género te gusta escuchar?
―Mmm, puede ser rock, pop o rap.
―Ohh, ¿entonces has escuchado batallas de freestyle? ―Ladeó la cabeza con curiosidad. ¡Había encontrado un tema de conversación!
―Sí, he podido escuchar algunas. Muchos pueden hacerlo, pero pocos son los que se convierten en leyendas.
―Me imagino. Es que necesitas mucha habilidad para rimar las palabras y hacer que encajen bien, además que te dan un tiempo determinado para poder hacer tus réplicas y no sabes qué es lo siguiente que tu oponente va a responder. Muchas veces no se miden y pueden lanzarte una potente humillación en frente de todo el público. Pero con ingenio puedes responderle. Incluso a veces hay personas que se emocionan mucho y empiezan a soltar rimas en doble tempo.
―Veo que sabes mucho.
―Jeje, solo es cultura general.
Ya que había compartido sus gustos con el otro, valía la pena arriesgar un poco.
―¿Y sabes de algún rapero o tienes algún referente? ―preguntó el rubio.
―Mmm, serían los más famosos. Algunos un poco antiguos, pero muy buenos como Eminem, pero no tengo mucho conocimiento.
―Ten―Le extendió unos de sus auriculares.
―¡¿Eh?¡ ¿Qué? ―Deku no captó el mensaje.
―Es para que puedas escuchar algunos de mis favoritos. Aún tenemos tiempo hasta llegar, ¿verdad? ¿Qué pensabas?
―Ahh, yaa. Disculpa. ¡Muchas gracias! ―Se acercó un poco más al rubio para que no se genere mucha tensión entre los cables de los audífonos. Eso inquietó un poco al rubio; no obstante, ignoró esas emociones y se concentró en encontrar una buena canción para recomendarle al otro, que lo miraba con expectativa.
♪♫Ahora no encuentro a esa' perras
Que me decían en la cara
Que no llegaría ni a hacer la mitad de la' cosa' que tengo logradas
Pero ahora siento pena
La gente se equivocaba
Ninguno sabía que tengo un estilo perseverante que nunca frena ♪♫
Bakugo había descubierto una nueva sensación. Era sorprendente cómo cambió su apreciación en relación a Izuku. Cada vez que aprendía algo nuevo de él, lo dejaba estupefacto. Quizás nunca tuviera el coraje de decir públicamente su admiración hacia el pecoso; sin embargo, él confiaba en el otro en ese preciso momento. Había encontrado en su compañía un lugar seguro, había descubierto eso tan grandioso en Deku que causó que hasta el propio All Might llegará tan lejos como para confiarle la oportunidad de ser un héroe.
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¡Holii! Siendo las 9:20 de la noche, el décimo capítulo llega a los ojos de todo aquel que haya llegado hasta aquí :)
Dato curioso: Este cap fue editado con una chida playlist de "Las mejores canciones de Bruno Mars". Jajaj estaba verificando si no había algún error ortográfico mientras escuchaba 'Finesse' >:D
¡Gracias por leer!
Mc Dannuts
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué hoy es tan especial?
FanficDeku se ha estado comportando raro últimamente. Haciendo actividades y planeando salidas que no vienen al caso. Como si cada día fuera especial por alguna razón desconocida. Bakugo, quien recientemente se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimiento...