¿Por qué hoy es tan especial?

¡Tatakae!

Bajaron del tren; habían llegado a su destino.

Empezaron a caminar por una ciudad bohemia y colorida. Más que platicar, se concentraron en contemplar los distintos puestos de comida junto con los deliciosos platillos que se ofrecían y atraían con el olor. Los carteles en frente de cada edificio eran muy llamativos. Se abrían paso por el estrecho pavimento.

―¡Sorpresa! ¡Llegamos!

Se detuvieron frente a una puerta negra de metal. Un letrero indicaba que se encontraban en "Tatakai World".

―¿Qué es este lugar, Deku? ―Kacchan curioseaba y miraba atentamente la cola que se formaba en la derecha del establecimiento.

―Un parque de circuitos y retos extremos, donde, como diría su eslogan, demuestras todas tus habilidades físicas luchando y divirtiéndote ― informaba Izuku muy seguro gracias a la investigación previa que había realizado.

―¡Ja! Nada mal, nerd ―decía mientras mostraba una sonrisa ladina―. No era necesario que me trajeras hasta aquí si pelear era lo que querías.

―¡N-no me refiero a eso, Kacchan! ―afirmaba el alarmado peliverde―. No solo se trata de fuerza bruta. Hay juegos donde tienes que poner mucho esfuerzo en crear estrategias y demás. Pelear nunca fue mi intención.

―Tsk. Ya veremos. Entremos de una vez.

Al llegar a la entrada, un vigilante alto con facciones de simio los recibió. Les solicitó mostrar unos tickets para el ingreso. Izuku los sacó de su mochila y se los entregó. El hombre los perforó, permitiéndoles de esta manera el paso.

El sitio tenía atracciones para pequeños y grandes; pero todos retaban las habilidades de los participantes. Se parecía a un parque de diversiones, solo que la temática había sido modificada.

―Kacchan, ¿qué te parece si vamos a ese primero?

La primera actividad en su itinerario fue el "Circuito de Agilidad". Un juego donde se enfrentan dos personas superando obstáculos en la menor cantidad de tiempo posible. El ganador obtiene 30 puntos; el segundo lugar, 20. La inscripción en el juego era mediante inscripción previa.

Izuku fue el primero en mostrar sus capacidades. Katsuki lo dejó en la fila mientras iba a comprar una botella de agua. Algo que usa como excusa para reflexionar sobre la peculiar sorpresa que le había dado como regalo de cumpleaños.

―¡Kacchan! En la siguiente ronda jugaré contigo. No aparecías y me han emparejado con otra persona.

―Tsk, de acuerdo.

Bakugo aprovechó para anotarse en la lista junto con Izuku después de que terminara en aquella ronda.

El oponente de Izuku era un chico de pelo castaño. Tenía alrededor de 17 años, sus ojos eran color dorado y poseía una asombrosa capacidad de flexibilidad y estiramiento.

―¡Tengamos un buen juego! Soy Hashimoto Ayari. ¿y tú eres...?

―Midoriya Izuku. ¡Que gane el mejor!

¡PAM!

Un disparo inauguró la competencia.

Ambos participantes empezaban el juego en altas torres. Debían atravesar todo un terreno con trabas y regresar al punto inicial para tocar la campana. El uso de quirks estaba permitido.

Izuku la tuvo difícil en la primera parte. Hashimoto solo estiró una mano hasta el primer peldaño. En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba abajo; no obstante, el chico súper flexible era muy lento en lo que se refería a los siguientes obstáculos.