Sábado 27 de Junio, 11:30 p.m.
Ya se habían besado. ¿Qué estaba esperando?
Sabía que no era simplemente admiración, sabía que era algo diferente que hacía que no deje de pensar en él, una sensanción de disfrute con su compañía. Sentía que podía confiar en él.
Entonces, ¿por qué no se lo había dicho aún?
La razón era su miedo y las consecuencias de dar el siguiente paso. En la soledad de su habitación, aquella idea volvía a acecharlo, haciéndolo vacilar una vez más en su respuesta.
Solo podía afirmar algo con mucha certeza: no podía quedarse con esas dudas. ¡No era Kacchan! No sabía qué pensaba él de aquello. Nunca se lo había preguntado.
Hasta ese momento, el peliverde solo se había basado en suposiciones y muchos 'quizás' para poder decidir. Lo curioso era que todas esas cuestiones se esfumaban cuando estaba con él.
¿Qué sería lo mejor para ambos?
Realmente deseaba darle un abrazo a Bakugo y volver a repetir lo de horas antes.
No podía esperar más.
«Necesito soltar todo esto, necesito hablar con Kacchan».
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Bakugo estaba en su habitación. Era muy tarde, más de lo que estaba acostumbrado a quedarse despierto. No podía dormir porque lo único en lo que podía concentrarse era en la respuesta de Izuku.
"Necesito encontrar la manera de decirte lo que siento. Por eso, te pido que me dejes pensarlo".
No se sentía capaz de contenerse, no quería esperar una noche más; solo una idea lo hacía mantener la compostura: Si podía gozar de una sonrisa más del peliverde y seguir compartiendo entrenamientos junto con él, todo estaría bien. Su objetivo siempre había sido el mismo, trabajar duro para ser el mejor, incluso a la hora de esperar por la respuesta del pecoso.
knock, knock
«¿Quién es a esta hora?».
Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta.
«¿Espera, ¿podrá ser...?».
—Kacchan.
El peliverde tenía un sentido de urgencia en la mirada. Eso despertaba intriga en Bakugo.
—Deku..., ¿está todo bi..?
Quedó sobresaltado, ya que, de un momento a otro, Izuku lo empujó hacia el interior de su habitación agarrándolo de los brazos y cerró la puerta.
—Perdón, es muy tarde y no debería estar fuera de mi habitación.
—¿Por qué vienes a mi habitación de repente, Deku?
Izuku estaba a punto de decir algo, pero frenó su accionar. Sus mejillas se arrebolaron y bajó la mirada.
Buscó el interruptor y apagó la luz.
—Así está mejor.
—¿Huh? ¿Por qué no puedo verte?
—Es algo muy importante que quiero decirte... Se me hace más fácil poder hablar así —respondió el peceso muy inquieto.
Solo la tenue luz de la noche alumbraba el campo de visión de Bakugo.
—Dime.
—Antes, ¿podría tomar tus manos?
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¿Por qué hoy es tan especial?
FanfictionDeku se ha estado comportando raro últimamente. Haciendo actividades y planeando salidas que no vienen al caso. Como si cada día fuera especial por alguna razón desconocida. Bakugo, quien recientemente se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimiento...