Bag Full Of Dreams ||YoonMin||💛 EN EDICIÓN.

Tan desagradable como yo.

Iba por la calle con tranquilidad, mientras disfrutaba de mi último día sin trabajo. Me dirigía a ver al jefe de Jimin para recibir una oportunidad.

—¡Yoongi!— Una voz familiar me llamó por detrás.

Volteé, cuando ví de quien se trataba no pude evitar hacer una mueca. 

—Demonios— Susurré por lo bajo.

—¡Espérame!—

No tuve más opción, después de todo, ya se había dado cuenta que lo vi.

—Hola Thomas¹— Dije de mala gana.

—¡Hola!— Palmeó mi hombro cuando llegó hasta donde yo estaba —¿Cómo vas con el revolucionario Chopin?—

—Voy bastante bien— Fingí una sonrisa.

Thomas Flynn fue por muchos años mi más grande competencia. Era una batalla eterna en la que algunas veces yo vencía y otras él lo hacía (más veces él). Se había quedado con mi puesto de pianista en la orquesta escolar, tenía carisma, tenía el físico e incluso la altura. A parte, para mi jodida suerte, también deseaba aplicar para Juliard en lo mismo que yo, y lo gracioso de todo esto es que yo a él le agradaba bastante. Eso me molestaba más, pensaba que me consideraba tan poca cosa al lado suyo que ni siquiera me veía como una competencia.

—¿Qué haces por aquí? Creí que tu padre te prohibía pisar Harlem— 

—Vine a ver un empleo— No sé por qué le di explicaciones —¿Y tú?—

—Yo estoy tomando clases con Rebecca Breslin²— 

—¿Rebecca Breslin?— Mis ojos se abrieron perplejos. Ella era la mejor pianista de Jazz del momento.

—Así es, mi madre me consiguió su contacto y fue muy amable de acceder a darme unas cuantas tutorías de aquí a la audición— Acomodó el moño de su corbata con altura.

Apreté los puños con impotencia, pues el maldito ya iba un paso delante mío.

—Eso es…asombroso— Dije entre dientes.

—Sería un placer para mi decirle que también te dé una oportunidad— Tocó mi pecho.

—¿En serio?— Me emocioné.

—¡Claro! Pero no lo haré— Se carcajeó tan fuerte y aquello logró que la comisura de mis labios cayera de forma drástica —Imagínate que tu padre se entera que una mujer y aparte negra te está enseñando a tocar jazz ¡Pff! Que escándalo, porque aún no sabe que le quieres hacer al jazz, ¿o sí?—

—No— Respondí entre dientes otra vez.

—¡Ja! Me lo suponía. Tú siempre tan reservado— Me abrazó del cuello con su brazo — Aunque no te culpo, el señor Abney asusta—

—Mi padre no me asusta— Lo alejé.

—Yoongi, está bien tener miedo, es natural, no voy a decirle a nadie— Sin entender mi lenguaje corporal, volvió a abrazarme —¿Vas a ir a la cena de Loretta el próximo sábado?—