Bag Full Of Dreams ||YoonMin||💛 EN EDICIÓN.

The End of the World

Nota: Ya sé jajaja. Es muy tarde pero es que estuve teniendo la mente muy dispersa estos días, y este capitulo me llevo mucho y fue agotador pero aqui esta al fin. Nos estamos leyendo, gracias.

Han pasado 2 horas y no hay novedades del señor Abney.

Brendan y sus padres han estado sentados en la sala de espera desde que el anciano fue atendido rápidamente. Las dos hijas de YoonGi llegaron casi una hora más tarde; entraron corriendo para hablar con los médicos, fue tan rápido que no se percataron de la presencia de las personas que también esperaban informes de aquel hombre en urgencias.

—Tranquilo Brendan, ¿Por qué no vas a tomar aire aunque sea? —le dice su madre mientras masajea los hombros de su hijo.

—No, no... —el menor de los Hannigan no deja mover su pierna con ansiedad —si quieres vayanse ustedes a descansar y yo me quedo aquí.

—Ya te dijimos que no te vamos a dejar aquí solo —le reitera su padre por tercera vez—, y menos si sigues echándote la culpa.

—Es que me imagino que ya se sentía mal desde antes... Pero yo no pude notarlo.

—Él no te dijo nada. ¿Cómo se supone que lo sabrías?

—A parte es un señor ya muy grande Brenny —su madre trata de calmar la frenética pierna de Brendan—. Esto pudo pasar en cualquier momento y afortunadamente le pasó estando contigo y no solo.

En eso, las hijas del señor Abney se hacen presentes y se acercan a los Hannigan, los tres, al percatarse de esto de ponen de pie con la esperanza de escuchar buenas noticias.

—Hola, ¿Ustedes son quien han estado cuidando a nuestro padre verdad? —dice un poco cortante la más alta de ellas y quién simple vista, se nota que a parte de la forma de hablar, también heredó todo el físico del señor Abney.

—Hola señoritas. Yo cuidaba de el pero actualmente lo hace mi hijo —habla su padre haciendo notar la presencia de Brendan.

—Ah... sí —dice el muchacho incómodo con las miradas de las mujeres en él.

—¿Así que tú eres Brendan? —de nuevo aquella elegante mujer rubia habla para intimidar.

—S-si soy yo —se prepara para escuchar la peor queja de su vida.

—Queremos darte las gracias por todo lo que hiciste —la más bajita sorprende a la familia cuando su dulce tono de voz toma la conversación—. Sino hubiera sido por ti y por las técnicas que usaste con papá antes de que llegara la ambulancia, tal vez hubiera pasado una tragedia.

—Yo me hubiera bloqueado por el pánico —la rubia tenía linda sonrisa pero sin duda esa era su forma de hablar a pesar de todo.

—Gracias.

—Afortunadamente papá ya se encuentra mejor —prosigue la otra—. Es todo un guerrero ese hombre... Nos dijeron que los cuidados con él tendrán que ser más exigentes y pues por desgracia ya no va poder respirar sin un tanque de oxígeno. Será más difícil así que yo creo que debemos dejarle este trabajo a un equipo de enfermería que pueda llevar mejor ese peso. Alguien tan joven como tú necesita de una vida social y no creo que esté en tus planes dormir junto a un viejo cascarrabias —bromea pero Brendan no ríe al encontrarse aún procesando todo lo que acaba de oir—. ¿No crees?

—Significa que... ¿Ya no podré cuidar de él? —aquello parece no alegrarle tanto.

—Pues no. Ya has hecho mucho y como bien dice mi hermana, los cuidados aumentarán, será mucho peso para ti. Simplemente ya no podrías separarte de él en ningún momento. Tampoco queremos eso para ti.