Bag Full Of Dreams ||YoonMin||💛 EN EDICIÓN.

La peor sequía del año.

—Señor Abney, me siento un poco inseguro sin venir —dice Brendan a punto de marcharse.

—Tú tienes que ir con tu abuela. Ya te dije... que mis hijas... vendrán estos... días —el señor se acurruca en su cama.

—Prometame que no comerá embutidos, le perjudican a su respiración.

—Ni que pudiera hacerlo —se quita la dentadura y la echa a su vaso de agua con poco enguaje bucal.

—Bien. Nos vemos el lunes, que duerma bien —abre la puerta del dormitorio y le hecha un último vistazo.

—Sí, viaja con cuidado —YoonGi cierra sus ojos.

Brendan se va con muchas preguntas acerca del beso y que fue de ambos al otro día.

—Te he visto muy distraído últimamente cielo —su madre le habla por el espejo retrovisor camino a la estación de tren.

—¿Eh? —bosteza ya que es muy temprano por la mañana—. No es nada es sólo que... pienso cosas.

—¿Qué clase de cosas?

—Ya sabes, sobre si el señor Abney estará bien.

—Entiendo. Ya es muy grande... no quiero que se escuche feo pero; sus hijas son muy desconsideradas al dejarlo solo a estas alturas porque bueno, en cualquier momento el señor puede ponerse mal y hasta...

—Entiendo —sabe a que se refiere—. Es que el señor Abney nunca fue un buen padre con ellas, supongo que no sienten ninguna responsabilidad para con él —limpia el vapor de su ventana y mira la suave neblina de la mañana.

—Aún así. Por lo menos deberían hacerlo para tener la conciencia limpia. Aunque sea visitarlo así como nosotros visitamos a la abuela cada mes por lo menos.

—Es que la abuela no nos quiere cerca —bromeó y ambos rieron.

—Esa señora jamás va dejar de ser una huraña. Pero oye...

—¿Qué?

—Al parecer ya te llevas bien con el señor Abney, hasta te preocupas por él.

—No es para tanto, sólo es, un buen hombre —trata de restar importancia al cariño que le está tomando al señor.

—Sí, ha estado muy solo desde que falleció su mujer.

—¿Tú la llegaste a conocer?

—Yo no pero tu padre sí, él la atendió cuando estaba muy enferma.

—¿Qué le pasó?

—Era muy propensa a tener infartos. Una noche le dió uno y ya no llegó al hospital.

—¿Sabes si el señor Abney se puso mal?

—Tu padre me ha dicho que es un hombre muy fuerte. Dice que nunca lo ha visto llorar ni ese día.

—¿Lo habra hecho con Jami? —pregunta para sí mismo.

—¿Cómo dices?

—Nada. No dije nada.

Arriba del tren. Se sienta junto a la ventana y por suerte nadie compró el asiento a su lado, así que lo uso para dejar su mochila.
Saca sus audífonos y pone en su ipod el primer y más disco reciente dico de The Fray. Más específico; la canción "Vienna" la cual no deja de repetir desde que la escuchó la primera vez. Abre el libro de JiMin justo en la página que encontró la noche anterior, donde él relata lo que pasó al día siguiente.

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Era Domingo como cualquier otro... o por lo menos, como lo creían los demás.