Bag Full Of Dreams ||YoonMin||💛 EN EDICIÓN.

El Bebé y El Príncipe(애기야/왕자 님 )

Wattpad idiota como siempre, borro todos los comentarios de los parrafos🤬.

El jueves por la tarde regresé solo a casa debido a que JiMin ya había quedado de salir con Jonathan a comprar ropa después del trabajo. Quería estar solo para meditar sin embargo, mi relajo no duraría mucho tiempo.

—Brodway —me llamó aquella voz.

—Ay... ¿por qué? —refunfuñé antes de voltear con una sonrisa casual.

—¿Vas a tu casa? Yo vengo de practicar.

—Mmm que bueno... —menos podía importarme —yo este... sí, sí ya voy a casa.

—Puede que un día de estos le diga a mi padre que venga rasurarse contigo. Ya le hace falta.

—¡No! —dije alarmado y él me miró confundido—. Me refiero a que se ve bien con barba, ¿para qué quieres que se rasure?

—Sólo fue una idea al aire Abney —rió malévolo.

—Aeh... —también reí intentando no verme estúpidamente nervioso—. ¿Listo para el domingo?

—Ah el domingo —dijo con desinterés.

—¿Ya no te gusta el Golf?

—El Golf me encanta —aclaró con su rostro más relajado pero luego lo volvió a fruncir—, pero ese chico...

—¿Jonathan?

—Sí. Es un poco extraño.

—¿No te agrada?

—Habla mucho y tiene mucha energia —menciona—. No es que no me agrade. Mira no sé si es porque tengo el ego muy elevado o yo qué sé pero ¡diablos! A veces puedo jurar que me coquetea.

—Ay, ¿por qué lo dices? —fingí sorpresa.

—No lo sé, se me acerca mucho y me alaga demasiado. Amo que me alaguen solo que ese chico exagera un poco. Hasta parece que le gustó —bromeó y me empujó entre risas.

Yo también reí para no verme tan obvio—. Sí él es un poco... diferente.

—Ni que lo digas.

—¿Entonces no te agrada?

—Megh —meneó su mano en forma de balanza.

Me sentí mal por Davis ya que JiMin ya me había contado lo mucho que le gustaba Thomas.

—Pero podría llegar a agradarte

—Oye que insistente estás con ese tema, ¿no crees?

—No es que bueno a él le caes muy bien y pensé...

—La verdad ni siquiera entiendo la razón. No me conocía de nada y hasta no he sido muy amable con él, por eso pienso que debo gustarle porque bueno —rió absurdo—, yo no le insistiria tanto a una persona que ni siquiera te mira a los ojos cuando hablan.

—¿Lo ves mal?

—¿Qué?

—Si le gustaras, ¿te alejarías de él? —al verle la cara pude notar al instante su expresión de desprecio.

—Definitivamente, eso no es normal.

—Pero tú... —se paró y me miró amenzante— digo es que...

—Ya dije que fue un accidente —dijo tan serio que esa fachada fanfarrrona se cayó hasta el piso—. Ese bastardo me embriagó y abusó de ello porque yo jamás besaría a un hombre.