Ya mañana

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(ADVERTENCIA: LEMON).

—¿Puedo vivir contigo?

Senku se congeló en la puerta, todavía a medio camino de limpiar la saliva de su barbilla por haberse dormido sobre su escritorio otra vez.

No esperaba que Kohaku lo despertará en medio de la noche, golpeando a su puerta con varias bolsas sobre sus hombros.

—¿Ah?

—Ruri-nee y Chrome se mudaron juntos ayer después de volver de su luna de miel —dijo mientras se encaminaba a pasar dentro incluso aunque él no dijo nada, pero de todos modos Senku se hizo a un lado para dejarla entrar—. Mi padre vive en Kanagawa, en la aldea modernizada. No quiero incomodar a los recién casados con mi presencia. Ya tuvimos mucha suerte de que Chrome aceptará casarse solo seis meses después de Taiju y Yuzuriha. Entonces, déjame quedarme contigo. —Empezó a dejar los bolsos en el suelo como si él ya le hubiera dicho que sí.

Senku sintió su ceja temblar levemente.

—¿Qué no tenías otras opciones, leona? ¿Suika, Nikki?

—¡No soy una leona! Ja, podría haber ido con ellas, pero tú fuiste la primera persona que se me vino a la mente. Además, siempre dices que estás más en el laboratorio que en tu casa.

Senku alzó las cejas. Eso en realidad era... un buen argumento.

—¿Si recuerdas que estalle la casa el mes pasado, o no? —argumentó como último recurso—. Ni siquiera volví a amueblar, solo saque los muebles quemados, pero ni siquiera tengo un sofá donde puedas dormir.

—¡Ja, como si eso fuera a molestarme! Me ha tocado dormir por semanas a la intemperie en el duro suelo del bosque en mis viajes de cacería —dio otro muy buen argumento—. Mañana puedo comprar una cama, y otros muebles, tengo mucho dinero. No solo nos dieron medallas por ir a la luna y salvar el mundo —le recordó, riendo alegremente.

Senku bufó, rascando su oído con el meñique.

Ni él era tan desalmado como para dejarla dormir en el suelo de su casa.

—Mira, puedes usar mi cama por esta noche. Ya mañana seguiremos con esta discusión. —Bostezó—. Son las doce de la noche.

—Oh, es cierto. —También bostezó—. Lo siento, me entretuve demasiado empacando mis cosas después de cenar y despedirme de mi hermana.

—Sí, sí, sí. Solo vamos a dormir.

Ninguno puso un pero en tener que compartir cama, ya habían dormido bastante cerca el uno del otro en sus excursiones al bosque, viajes alrededor del mundo y entrenando para ser astronautas. Aunque nunca habían compartido cama o bolsa de dormir, si llegaron a compartir carpas. ¿Cuál era la diferencia?

Kohaku fue a darse una ducha rápida antes de dormir, mientras que Senku solo se tiró en la cama y se durmió de inmediato.

Antes de que Kohaku llegara a irrumpir su sueño sobre su escritorio, Senku se había dormido por la tarde, debido a que esa semana no estuvo durmiendo muy bien, así que solo durmió tres horas antes de despertarse otra vez, encontrándose con los ojos de Kohaku muy abiertos y fijos en su abdomen medio expuesto por los movimientos que hizo dormido, haciendo que su camiseta de dormir se levantara y su short se bajará levemente.

Ella estaba tan concentrada en mirarlo en esa zona que ni siquiera se dio cuenta de que se despertó, pero eso no era lo peor.

Lo peor era que su blusa de dormir era tan delgada y pequeña que dejaba apreciar sin ningún problema que no estaba usando sujetador, y sus pezones endurecidos podían apreciarse por debajo de la tela, clara señal de la excitación femenina. Y, por si fuera poco, ella estaba frotando sus muslos.

One-shots SenHakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora