One-shots SenHaku

Noche de Películas

—Senku, ¿quién es Campanita?

—¿Eh? —Senku dejó de lavar sus dientes y volteó a ver a Kohaku, que estaba leyendo una carta de quién sabe qué, probablemente de un niño que la admiraba por ser una salvadora del mundo.

—Campanita. Ya sé lo que es una campana, pero la mencionan como si fuera alguien y no algo. —Señaló la carta—. Dicen que me parezco a ella.

—Ah, Tinker Bell. —Rió entre dientes—. O Campanita, sí. Es un personaje ficticio, un hada, compañera de Peter Pan en la obra de teatro y posterior novela que protagonizó, aunque la mayoría la conoce por las películas de Disney. —Volvió a la tarea de lavar sus dientes.

—No entendí nada de lo que dijiste…

Senku le hizo una seña de espera, terminó de lavar sus dientes y luego volteó hacia ella con gesto pensativo.

—De hecho, sino mal recuerdo, hace años que reconstruyeron los estudios Disney y han estado sacando películas a velocidad récord, reconstruyendo su imperio aprovechando las ansias de la gente de tener de regreso sus películas favoritas. También han rehecho Peter Pan, ya que Tinker Bell es una cara muy importante de la compañía. ¿Quieres ver la película?

—Ja, no entiendo mucho de lo que dices, ¡pero me gustan las películas! —Sonrió emocionada.

Senku se dispuso a preparar la película mientras Kohaku iba a prepararse algo para comer y beber.

Él sonrió ante el pensamiento de que esto significaba que ella iba a quedarse en su casa otra vez.

Muchos pensaban que eran pareja por la cantidad de tiempo que pasaban juntos y que Kohaku dormía más en su casa que en su propia casa con su familia, pero en realidad solo eran amigos… al menos por ahora.

Sonrió diabólicamente, acercándose a Kohaku por detrás mientras ella se debatía entre jugo de frutas o una coca-cola.

—¿Ya estás lista, leona? —susurró casi en su oído, sabiendo que ella con sus agudos sentidos lo había captado acercarse pero queriendo sorprenderla de todos modos.

Su sonrisa se agrandó al verla estremecerse y voltear a verlo con el ceño fruncido y la cara roja.

—Ya voy. ¿Tú quieres algo? —Intentó hacer como si nada pasara y volvió la vista al frente.

—Con un vaso de jugo de frutas estaré bien, gracias. —Rió mientras regresaba a la sala.

Como el negocio del cine apenas estaba renaciendo, al igual que el del internet, no había tanto control sobre las películas que ya existían, así que pudo encontrar fácilmente en la web la película que quería y ya con su doblaje al japonés. Aunque si a Kohaku llegaba a gustarle mucho este tipo de películas extranjeras lo mejor sería comprar DVD.

—¡Estoy lista! —Kohaku llegó cargando una bandeja con comida suficiente para tres personas y una jarra de jugo con dos vasos.

—Eh, te dije que solo quería algo para beber…

—¡Lo sé! ¡Esto es para mí! —Dejó todo en la mesilla frente a ellos y se sentó a su lado.

—Ah. —Gotitas resbalaron por su sien, pero bueno, ya conocía su gusto por comer a dos manos—. Bueno, vamos a empezar con la película.