Decepción 4

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Kohaku se colocó de lado frente al espejo de cuerpo completo, vestida solo con su ropa interior, viéndose de reojo, examinando cierta área especifica de su figura.

Sí... su vientre estaba levemente abultado, estaba segura de que no eran ideas suyas.

Ja, se había embarazado más rápido de lo esperado.

No es que le molestara, un hijo era lo que Senku quería, y un hijo le iba a dar, le debía todo por salvar a su familia, y sabía que cuidaría bien a este bebé, así que no tenía porqué quejarse.

Era una asesina fría que se cobró la vida de decenas de personas, claramente nunca esperó un final feliz.

Su destino era estar atada a un hombre que no amaba y ser infeliz. Lo aceptaba.

Al menos podría amar a este bebé... y asegurarse de que fuera feliz. Senku parecía dispuesto a darle la mejor vida posible, e incluso si él no iba a ser un padre presente, ella se aseguraría que al bebé no le faltara amor.

—¿Kohaku? —Ruri golpeó a su puerta en ese momento—. Los doctores de la clínica me pidieron traerte un sobre.

—¡Oh! —Justo a tiempo.

Fue a abrir la puerta y rápidamente tomó el sobre, abriéndolo mientras Ruri entraba con Ruchiru dormido en sus brazos, mirándola con curiosidad.

El resultado fue el esperado: estaba embarazada.

Así se lo dijo a su hermana, que la miró preocupada.

—Entonces ya estás atada para siempre a él...

—¿Y te parece muy malo? Nos ha estado protegiendo de Ibara, está tratando tu enfermedad y Ruchiru irá a las mejores escuelas del país, y este bebé vivirá como la mismísima realeza o tal vez mejor —murmuró con voz monótona.

—Pero... ¿lo amas?

Kohaku tomó aire.

—No se trata de amor, se trata de darle a mi familia una buena vida, de cumplir mi palabra y de lealtad. No olvides lo que hizo por nosotros.

—No lo olvido, y claro que estoy agradecida. —Abrazó a Ruchiru contra su pecho, antes de recostarlo suavemente en la cama y ponerse de pie para acercarse a ella—. Estoy agradecida, sí, pero... no quiero verte infeliz, y no quisiera que estés atada a esta vida para siempre si no es lo que realmente deseas, ya suficiente has sufrido con esa vida de violencia y muerte que adoptaste siendo tan joven... Todo porque yo no pude cuidar de mí misma...

—Tú hiciste lo que pudiste, yo también... y ahora estamos bien, así que no tienes que preocuparte por nada. —Volteó a verla con una sonrisa agridulce—. Él me trata bien, y los trata bien a ustedes. Eso es suficiente para mí. —Y no mentía.

No lo amaba, lo suyo fue pura y exclusivamente sexo los últimos dos meses, pero no es como que sufriera por no estar viviendo un gran romance, él la tenía contenta en la cama, la tenía contenta en su seguridad y la de su familia y la tenía contenta dándoles lujos, así que ¿por qué quejarse? Ruri se preocupaba demasiado, realmente.

Apenas Senku regresó de trabajar, fue a verla en su habitación como siempre y ella le dio la noticia, y él de inmediato sonrió, complacido.

—Fue más rápido de lo que pensé, diez billones de puntos para nosotros. —Rio por lo bajo, acercándose a ella para rodear su cintura y estamparle un beso en los labios.

Kohaku rápidamente se hizo para atrás, confundiéndolo.

—Ahora que ya concebimos, ¿es esto todavía necesario...? —susurró llevando las manos a presionar su pecho para mantener cierta distancia.

One-shots SenHakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora