•Capítulo especial II•

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Apoyo

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Apoyo.

Un año después de la derrota de Mephisto.

Strange escuchó un fuerte ruido a la madrugada, cosa que lo inquietó bastante, pues no era normal que a horas tan altas alguien estuviera despierto en el templo.

Temía que fuera lo que sospechaba.

Con rapidez se levantó de su cama, saliendo de su habitación, para llevarse la sorpresa de que repentinamente fue amenazado con una lanza cósmica, proveniente de las manos de la castaña, quien en ese momento se encontraba fuera de sus cabales.

—___, baja eso. —pidió con una lenta calma.

Pudo detallar que los ojos de ésta se encontraban totalmente oscuros, al igual que algo rojo alumbraba tras ella, no había necesidad de preguntar o hacer algún comentario al respecto, el sabía perfectamente que lo que destellaba tras su nuca, era aquella marca maldita que lograba hacer las pesadillas de la mujer realidad.

—Soy Galaxia, miserable humano.

—No, no lo eres. Y tú no quieres hacer esto, créeme.

Esas palabras sólo hicieron que se enojara más, por lo cual lo tomó del cuello con gran fuerza, estampándolo contra el suelo de forma violenta, haciendo así que éste se quejara de dolor. Nuevamente, ella apuntó con la lanza hacia su cara, al igual que su rostro denotaba ira, venganza y sed de sangre.

—¿Qué te hace creer que te tengo miedo cómo para que digas eso?

—No lo estoy diciendo por eso.

—¡Mientes!

Estuvo apunto de atacarlo, pero antes de conseguirlo, Stephen consiguió abrir un portal a sus pies, provocando así que ella cayera instantáneamente hacia una celda mágica, utilizada para los enemigos más fuertes que el hechicero ha tenido.

Bajó hacia la celda, llevándose una nueva sorpresa, ya que había sido destruída por la reina, quien reía macabramente, manteniendo en sus manos una bola de fuego.

—¿En verdad crees que una celda con una capacidad de magia tan baja podrá detenerme? En verdad eres un idiota.

Sin esperar respuesta, efectuó su ataque hacia él, pero el hombre rápidamente saltó, esquivando el ataque, comenzando así una batalla entre los dos. Pero todo era un poco más difícil para el, ya que el poder descontrolado de la ojicafé era más fuerte que el suyo propio, así que estaba en una gran desventaja, ella podría acabar con el con tan sólo sus dos manos, aún así, la reina quería divertirse un poco.

Stephen creó varios clones de sí mismo, usándolos para sujetar a la mujer, quien en un ágil movimiento se deshizo de los clones al usar su Aeroquinesis, pronto soltó una risa burlona, sacudiéndose con simpleza.

—Nada mal, mago. Pero tendrás que sacar todos tus trucos si quieres una lucha digna de mí.

—___, ya basta, esta no eres tú. —irrumpió, intentando acercarse a ella.

Al parecer bajó la guardia, a lo cual el hechicero se sintió más confiado de tomarla de las manos, pero en cuánto lo hizo, ésta se desvaneció, pues era una ilusión. Sin esperarlo, lo atacaron por la espalda, haciendo que cayera al suelo con un terrible ardor en su abdomen, Galactic queen le había clavado una lanza sin piedad.

Pero en medio de su dolor, le brindó una sonrisa.

—No importa cuántas veces recaigas, yo te voy a ayudar.

...

Un día más adelante.

Entre lágrimas, usó su poder de Curación para sanar de forma rápida las heridas que les había causado a su amigo la noche anterior, ninguno había dicho nada después de las últimas palabras de Strange, gracias a ellas la mujer había vuelto a la normalidad, sintiéndose enteramente culpable de sus actos malévolos.

—Lo lamento... —habló por fin, después de acabar su tarea— Nunca quise hacerte daño.

Éste le tomó el rostro, limpiando las lágrimas que salían de sus ojos.

—No hay nada qué disculpar.

Lo miró fijamente, frunciendo el ceño en el acto.

—¿Cómo es que sigues apoyándome después de todo lo que te he hecho pasar?

—Porque te quiero, eres como una familia para mí, y jamás abandonas a la familia.

—¿Recitas a Lilo & Stitch ahora? —bromeó, sonriendo de medio lado.

—Bailaría Libre soy si con eso consigo hacerte sonreír.

Inclinó su cuerpo hacia él, uniéndose en un cálido abrazo lleno de apoyo incondicional.

—No sé si puedo continuar con esto, Stephen. No soy tan fuerte.

—Te daré mis fuerzas si es necesario, pero no puedes rendirte, has llegado muy lejos.

—¿Qué va a pasar si no consigo ser yo de nuevo? —se separó, limpiándose las nuevas lágrimas que salieron.

—Lo conseguirás, estoy seguro.

—¿Cómo?

—He encontrado una solución al problema de la marca.

Siempre volveremos [loki y tú - temporada final]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora