Siempre volveremos [loki y tú - temporada final]

[25. Un pequeño cambio]

Asgard, 18:35 hrs.

La torre de bloques se tambaleó levemente, mientras el dios del trueno sacaba cuidadosamente uno de ellos, rogando en su interior porque la torre no se derrumbara y para su buena suerte, esta se mantuvo de pie.

—Tu turno, hermano.

El pelinegro, se inclinó con cuidado, tomando uno de los bloques de madera para empujarlo hacia fuera, sin embargo se detuvo un momento al ver cómo la torre comenzó a tambalearse, cuando esta volvió a quedarse quieta, intentó sacar nuevamente la ficha, pero esta vez, la torre se desplomó en la mesa.

—¡Maldito juego tramposo!

Peter y Thor rieron ante el enojo del dios del engaño, quien se había cruzado de brazos con gran indignación por haber perdido. En ese momento, un portal se abrió frente a ellos, mostrando a Valquiria con un bonito vestido asgardiano color azul cobalto, su cabello había sido ligeramente cortado hasta más arriba de los codos e iba peinado con unas elegantes ondas, sus ojos estaban maquillados al igual que sus labios y mantenía una bonita sonrisa hacia el rey de Asgard.

—Wow, ¡luces muy hermosa! —halagó este con una sonrisa.

Loki achinó los ojos, Peter hizo una mueca de confusión.

—Gracias, todo fue ayuda de ___, lo pagó todo.

—Típico de una Stark.

—Por cierto, ¿dónde está? —preguntó el joven.

—Oh, ella...

—¿Me buscaban? —irrumpió ella, saliendo del portal con una bonita sonrisa.

Los tres hombres quedaron boquiabiertos, la castaña llevaba un vestido asgardiano color naranja con ligeros toques dorados a su alrededor, su cabello liso había vuelto a ser corto, pues lo tenía nuevamente hasta arriba de los hombros, además de se había hecho unos pequeños rayos rubios alrededor del mismo, sus ojos estaban delineados y sus labios pintados de un sutil rojo carmín, que hacía resplandecer su sonrisa blanca a kilómetros de distancia.

El pelinegro podía definirla en una sola palabra: Perfección.

—¡Luces muy bonita, ___!

—Gracias, Pete.

—Estoy seguro de que los rayos rubios han sido en mi honor.

—Por favor, Thor. —rio la morena.

Ella también rio, posando sus ojos en su esposo, quien no había dejado de verla con admiración desde que llegó, haciéndola sentir levemente nerviosa, cosa que no pasó desapercibida para los tres individuos, por lo cual Thor tomó a la morena y al muchacho.

—Bueeeeeno, nosotros tenemos algo que hacer, los dejamos solos, chicos.

—Pero si no tenemos nada que hac...

La Valquiria le dio un codazo a Peter, haciéndolo callar, instantáneamente éste asintió con la cabeza adolorido.

—Tiene razón, señor. Vámonos.

Rápidamente abandonaron la escena, dejando a los esposos a solas, ella carraspeó la garganta, balanceándose sobre sus pies mientras volvía a mirarlo.

—¿Te gusta?

—¿Estás bromeando? —se cruzó de brazos, arqueando las cejas— Luces maravillosamente hermosa.

Se sonrojó ante sus palabras, apartando la mirada.

—No es para tanto, sólo son unos simples ray...

Sus palabras se vieron interrumpidas por un profundo beso por parte del dios, quien la tomó del rostro con delicadeza, intensificando más su muestra de amor, hasta que al cabo de unos minutos se separó.

—Deja de ser tan modesta, mi lady.

Ella sonrió.

—Lo intentaré.

Había sido una mañana caótica, con una decisión difícil que ambos habían tomado, sin embargo, decidieron que estarían juntos en esto, y estaban demostrándose que sus palabras iban en serio.

Habían procesos personales que debían mejorar, pero no perderían la oportunidad de reavivar su amor en medio del proceso.

Unos momentos después, Loki la tomó de la mano, haciéndola caminar por los pasillos del palacio, luego con ayuda de su magia le colocó una venda en los ojos, impidiéndole ver cualquier cosa.

—¿Qué se supone que haces?

—¿Confías en mí?

—¿Qué?

—¿Confías en mí, hermosa?

—Por supuesto... —respondió lentamente.

—Entonces, dejarás que te guíe en medio de la oscuridad, ¿verdad?

Lo pensó unos momentos.

—¿Qué tramas, Loki?

—Es una sorpresa, pero sé que te gustará.

Ella sonrió de medio lado.

Definitivamente había extrañado esto.

—¿Seguro?

—Segurísimo. —afirmó, tomándola de la cintura.

—En ese caso, dejaré que me guíes en medio de la oscuridad.