Siempre volveremos [loki y tú - temporada final]

[34. Amenazas]

Una hora más tarde.

La pareja le contó a Thor, Peter, Valquiria y Sif lo que sucedería acontinuación, explicando el más mínimo detalle del plan para acabar con Karun, a lo cual ellos entendieron a la perfección cada paso.

Luego, todos acompañaron a la reina a las afueras del palacio para brindarle buena suerte, reconforte, ánimos y mucho apoyo.

—Te juro que si no vuelves, iré yo mismo a traerte del pelo. —murmuró Thor, abrazándola con gran cariño.

Ella sonrió, acariciando su espalda.

—No lo dudo, de seguro armarías unas miles de tropas para traerme de vuelta.

—No le des ideas, ___. —intervino Valquiria con una mueca divertida.

Ella rio levemente, dándole un beso en la frente a su amiga, para luego girarse hacia Peter, quien tenía una mueca de preocupación.

—¿Estarás bien, ___?

—Lo estaré, Pet. Volveré sana y salva. —aseguró, tomando su mano.

Sif le dio un apretón a su hombro, brindándole una sonrisa.

—Buen viaje, amiga.

Todos se unieron en un cariñoso abrazo.

—Los amo, volveré pronto.

Unos segundos después se dirigió hacia su esposo, apartándolo un poco de los demás.

—¿Volverás a mí, cariño?

El deja vú invadió su mente ante la pregunta de su amado, inevitablemente un miedo cubrió sus entrañas y su corazón palpitó con fuerza en un momento.

¿Lograría llevar su plan a la perfección?

¿Qué pasaría si algo salía mal?

No quería ni imaginárselo.

Miró sus ojos azules por unos largos minutos, acariciando el dorso de su mano, haciendo así que de alguna u otra manera la seguridad volviera, por lo cual se permitió sonreír y asentir varias veces con la cabeza.

—Volveré a ti, mi amor.

Se besaron de una forma especial a las otras veces, en este beso querían demostrarse el apoyo mutuo que necesitaban para afrontar la situación, de alguna u otra forma solucionarían esto juntos y tal vez existía una pequeña posibilidad de conseguir la victoria fácilmente.

Pero si las cosas se salen de su control, tal vez no serían tan sencillas.

—Te amo... —susurró ella separándose del beso— Me comunicaré a través de tu mente si algo sucede.

—Esperemos que no sea así.

—Así es.

—Te amo, querida.

Se brindaron una última sonrisa y así la mujer usó su poder de Teletransportación para dirigirse al planeta Nix en busca de Karun, teniendo la esperanza de acabar con ella de una buena vez por todas.

Cuando se marchó, Loki se permitió soltar un suspiro angustiado, apretando sus manos con nerviosismo, mientras su hermano se acercaba y le daba una palmadita de reconforte.

—Estará bien, hermano, estamos hablando del ser más poderoso de la galaxia... ¿Qué es lo peor que puede pasar?

Y no sabían que lo peor estaba a punto de suceder.

...

Planeta Nix, unos minutos después.

Llegó al planeta con rabia creciente, confirmando así que todo fue producto de una vil mentira de Karun, rápidamente visualizó a un pueblerino del lugar, por lo cual se apresuró a tomarlo del brazo, haciendo que éste gritara aterrado.

—¡Shhh! ¡Cállate!

El joven pareció reconocerla al instante, porque al ver su rostro, de forma veloz se puso de rodillas hacia ella, besando sus pies con devoción.

—¡Lo lamento, mi reina! ¡No la reconocí por un momento!

—¿Reina? —habló el pueblo al unísono.

—¡Joder! —refunfuñó ella.

Rápidamente efectuó su poder de Asimilación, convirtiéndose en un objeto de madera que cayó al suelo para sorpresa del joven que tenía a su lado, cuando la gente del pueblo se acercó, observaron al mismo de forma extraña.

—¿A quién le decías "mi reina"?

Éste tartamudeó, por ende la Stark usó su poder de Telepatía, para darle unas palabras amenazadoras a través de su mente.

"Si dices algo, te cortaré la lengua con una daga".

El hombre observó aterrado el suelo donde se encontraba el objeto de madera —quien en realidad era la castaña encubriéndose—, e inmediatamente negó con la cabeza, soltando una risa nerviosa hacia el público.

—A nadie, yo sólo estaba... Practicando para cuando volviera a ver a la reina.

—Estás loco.

Los demás se alejaron, dejándolo a solas de nuevo con la reina, quien tomó su forma natural, tomándolo del cuello de forma amenazante, mientras sus ojos se tornaban oscuros.

—No vuelvas a exponerme de esa forma, o te dejaré sin boca.

—L-lo siento, por favor no me haga daño.

—¿¡Dónde está la princesa Karun!?

—En el palacio, ella nunca sale de allí, ha estado esperando su regreso con ansias.

De repente bajó la guardia, brindándole una sonrisa cínica.

—¿Ah sí? No me digas. —traqueó el cuello, comenzando a alejarse— Creo que iré a saludarla. No le digas a nadie que me viste aquí.

El pueblerino asintió rápidamente, observando cómo se alejaba hacia el palacio de forma sigilosa, no pudo sacarse el asombro de su ser.

La reina jamás le había hecho amenazas a alguien del pueblo.

Pero él no sabía que ella ya no era la reina que pensaba...