La calma después de la tormenta.
Un año y medio después de la derrota de Mephisto.
Las cosas empezaron a marchar bien.
Habían sido unos tiempos difíciles, llenos de depresión, ansiedad, trastornos, traumas, luchas y culpas, pero después del hechizo que realizó Strange para desaparecer la marca de la nuca de la Stark, ésta sintió que no todo tenía que ser malo en su vida.
Por supuesto, aún tenía problemas para dormir, comer, reconocerse a sí misma y dejar de culparse por sus actos, aún existían las pesadillas, los miedos y el constante cosquilleo que le indicaba que en algún momento Karun regresaría por ella, pero aún así teniendo todo aquello, vio el lado bueno de la vida como siempre había acostumbrado.
Comenzó a salir más —obviamente un poco encubierta, para que así no la reconocieran—, había vuelto a escuchar la música que tanto amaba bailar, Stephen le ayudó a entrenar, incluso le enseñó a crear un portal para molestar a Wong cuando estaba en horas de trabajo, poco a poco la situación comenzó a mejorar.
Aún así, el vacío aún estaba dentro de ella.
Extrañaba a su esposo, a su mejor amigo, a su familia de vengadores.
Pero todos los días se recordaba a sí misma que pronto volvería a verlos.
Nuevamente allí estaba, frente al espejo del baño después de tomar una ducha, físicamente era ella, la misma mujer de veintiocho años, ___ Stark. Sin embargo, su mente volvió a jugar con ella, mostrándole un reflejo de Galactic queen, esta vez, con el rostro manchado de sangre y con esa misma sonrisa macabra, así que se apresuró a negar con la cabeza.
—Eres tú, eres tú, eres tú... —se repitió a sí misma en voz alta, respirando profundo.
Pero, ¿realmente era ella?
___ Stark era valiente, ella es un manojo de nervios.
___ Stark era fuerte ante cualquier adversidad, ella huye de lo que debería encarar.
___ Stark era carismática, ella es un trozo de miseria que apenas intenta vivir.
Pero intentaba reconstruirse, en algún momento volvería a ser la verdadera versión de sí misma.
Volvió a mirar el espejo, notando que el reflejo de su alter ego malvado había desaparecido, cosa que internamente agradeció. Salió del baño, colocándose una sudadera azul, al igual que amarraba su cabello en una coleta, para así finalmente bajar hacia el recibidor, donde escuchó como las puertas se abrían, dejando ver a Stephen en un atuendo para el invierno.
—Buen día. —saludó el con una sonrisa— Te levantaste temprano hoy.
Ella sonrió, llegando hasta él.
—¿Por qué has salido? Está nevando horrible afuera.
—Quería traerte algo para felicitarte por tu entrenamiento de ayer, has aprendido a controlar tus poderes de una manera rápida e interesante.
Le extendió una caja que en su interior llevaba unas exquisitas donas de todos los sabores, del chocolate hasta las de chispitas de colores, olían delicioso y era obvio que su sabor sería igual.
—Gracias, Stephen.
—Fue un placer, ___.
Ella lo miró fijamente con una sonrisa en sus labios, mientras éste se sacudía la nieve que había caído en su cabello y vestimenta.
Se había convertido en alguien vital en su vida.
Jamás imaginó que aquel hechicero igual o peor de arrogante que su padre, podría ser igual de dulce e incondicional con ella.
Pero le gustaba, amaba tenerlo en su vida.
No sabría cómo reaccionar si algo le pasara.
—¿Por qué no hacemos un poco de chocolate caliente y comemos juntos mientras vemos una película?
El hombre le sonrió de medio lado.
—¿Qué hay de Wong? Está a dieta.
Hizo un vago gesto con la mano, manteniendo una expresión divertida.
—Será nuestro secreto, no le diremos nada.
Después las donas juntos se volvió una tradición, y aunque Wong siempre los encontraba con las manos en la masa, continuaban escondiéndole su pequeño tiempo juntos para olvidarse de los problemas de su mundo.
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Siempre volveremos [loki y tú - temporada final]
FanfictionDespués de que la hija de Tony se sacrificara para salvar a sus seres amados, consiguió sobrevivir de su trágico destino, sin embargo, decidió mantenerse oculta por un largo tiempo, sabiendo que sus problemas aún no habían terminado. Pero no podría...