• ¿Aclaraste Tus Sentimientos? • ~ Genmui ~

Capítulo 14

Zenitsu escuchó un poco más y luego se sobresalto.
No sabía que contestarle a Tanjiro.

-No lo se, no lo mencionaron.

Bien, ellos le debían una.

Siguió escuchando mientras decía todo a los demás.
Bueno, casi todo.

Después algunos no pudieron evitar reír por lo último dicho por Muichiro.
Aunque no a todos les causo gracia y parecían más sorprendidos que nada.

-¿Que más dicen?

-Oigan chicos, deberíamos dejar de espiarlos y que ellos nos cuentes después...

Kanao se sentía un poco mal por eso.
Y fue ahí cuando se dio cuenta de algo.

~•~•~•~

-Mui, eso no es una enfermedad.

-En serio?

Para mí que si lo es.
Empiezas a sudar, te molesta todo, se siente muy raro tu estómago, te mareas, etcétera, etcétera.

Hubo un silencio.

-Bueno...

Si lo dices de esa forma si parece una enfermedad.

-¿Ves?

Genya río un poco.

-En estos meses nuestros sentimientos han aumentado, no lo crees?

-Lo creo, pero también creo que simplemente no nos dimos cuenta.

Y así era.
Casi dos meses juntos y ambos no habían notado nada raro.

Pero...
Esperen...

Siento que se me olvidó contar como se sintieron ambos en esos dos meses.

Okay, si ya lo e dicho no importa, lo vuelvo a repetir.

Desde que ambos comenzaron a juntarse no hacian nada más que sonreirse.
Muichiro no le sonreía a Tanjiro a como le sonreía a Genya.
Y aún asi siguió pensando que le gustaba el Tanjiro.

En fin, sentimientos confusos.

Ambos cuando se miraban a los ojos se sonrojaban.

Después de solo unas semanas dejaron a atrás al grupo y solo eran ellos dos en su mundo.
Uno que otra ocasión terminaban por salir a comer a un restaurante.

Lo que de verdad me preguntó es ¿Porque nadie se dio cuenta de eso?

Sanemi y Yuichiro solo sospecharon un poco pero eso fue todo.

Ni si quiera la maestra Mitsuri, que esta un poco obsesionada con el tema del amor, se dio cuenta.

-Nunca me imaginé que podías reír de una forma tan tierna por mi.

No hasta el día en que casi incendias mi casa.

Si se trataba de arruinar todo romanticismo, ellos eran expertos.

-Yo nunca imaginé tener unas ganas inmensas de besar a alguien.

No hasta el día en que casi incendio tu casa.

Ya se había rendido desde hace mucho y había terminado por aceptar que el fue el que casi incendia la casa de Genya.

Las mejillas de Genya cambiaron de color por milésima vez.

-¿E-en serio tenías ganas de besarme desde esa vez?

-La realidad es que no era broma.
Por un momento esperaba a que aceptaras.