Otra vez a clases.
-¿Qué tal Saba?-¿Qué tal Francis?
-No mucho. Por cierto, me dijeron que debemos ir a la dirección.
-¿Para qué?
-No lo sé.
-Ok, espero que no sea malo.
Vamos a clases de química, suena la campana y nos vamos a la dirección.
-Muy bien chicas, ya Christine y yo tenemos listos sus puestos para mañana- dijo la Directora Bárbara junto con la secretaria.-Francis, tú serás la presentadora y Sabana será la secretaria, Karla te ayudará.
-Por supuesto - dijimos mientras nos despedíamos y salimos.
Fuimos a clases de Estudios Sociales. Mis compañeros se tiraban aviones de papel e intentaban encestar bolas de papel en el basurero y mis compañeras hablaban entre susurros, mientras el profesor escribía en la pizarra. Yo escribía y veía la pizarra. Seguían tirando bolas de papel hasta que una le dio en la cabeza del profesor. Se dio media vuelta y miró a Jason, quien le había tirado la bola.
-¿Quién tiró la bola?-dijo recogiendola.Todos miraron a Jason.
-Le diré algo, Señor Smith, si vuelve a tirar una sola pelota, usted y sus demás compañeros estarán castigados. ¿Entendido?- miramos con mala cara a Jason.
-Si, profesor- y todos escribimos en silencio.
A los diez minutos el profesor salió un momento, Jason empezó a tirar bolas de papel otra vez. El profesor lo vio sin que se diera cuenta.
-Están castigados. Todos-dijo recalcando la palabra- deberán quedarse después de clases limpiando los baños.Miraron con cara de muerte a Jason.
Seguimos escribiendo. Jessie, que estaba a la par mía, me mandó sigilosamente un avión de papel. Lo abrí y decía:
«Nos vemos en el comedor, necesito hablar contigo, es urgente.
-Jessie»
Levanté la cabeza en señal de sí y ella sonrió.
Terminaron las clases, fui al comedor y ahí estaba.-Hola Saba. Qué bueno que viniste.
-Hola Jess. ¿Qué me ibas a decir?
Cerró los ojos, respiró profundo y dijo:
-¿Recuerdas la beca que me dieron en la Universidad de Boston?-Sí.
-Me tengo que ir el sábado. Si no voy me la tienen que quitar. Ya hablé con la directora y me dio permiso, ya hice los exámenes finales por adelantado. No me quiero ir, no quiero dejarte. Pero es una oportunidad que tal vez no vuelva a tener y lo he esperado desde hace mucho- dijo entre sollozos.
-¿Qué?- dije con la voz entrecortada, intentando aguantar las lágrimas- Pe...pe...pero. No.
-Lo siento.
-Está bien, entiendo- rompiendo en lágrimas, nos abrazamos-. Al menos disfrutemos de estos días que nos quedan, Jess.
-Por supuesto - fijo sonriendo mientras se secaba las lágrimas.
Limpiamos los baños y nos dirigimos a la salida.
-Adiós Jess.-Adiós Saba.
¡No! Mi mejor amiga se va en unos días. Pero la entiendo.
Llego a casa, se hace de noche y me voy a dormir. Empiezo a sollozar. Siento que voy a perder a mi amiga otra vez. ¡No! Empiezo a recordar a mi amiga Amy...
"Nos conocimos a los siete. Éramos inseparables. A los diez fuimos a la playa Chess Blue. Empezamos a charlar y me dio una conchita con una perla adentro.
-Ten, me la encontré. Espero que te guste, Sabi.-Pero...está preciosa. No puedo aceptarla- se la devuelvo.
-Es tuya-dijo poniendola en mi mano.
-Gracias- la abrazo-. Te quiero.
-Y yo a ti, Sabi.
Cuando teníamos catorce, fuimos en nuestras bicicletas a comer helado. Llegamos al semáforo, los autos pararon y cruzamos, Amy iba atrás mío. Terminé de cruzar y faltaba Amy. Cuando ella iba terminando, de repente apareció un auto a toda velocidad, que la atropelló con todo y bicicleta.
-¡Amy!- grité.
Todo pasó en una fracción de segundo. De un momento a otro, Amy estaba en su bicicleta y en un segundo, estaba tirada en la calle, sangrando, inconciente; mientras un grupo de personas se hacían alrededor de ella.
Una señora llamó al 911. Me llevaron en la ambulancia y llamaron a los papas de Amy y a mamá.
Atendieron a Amy en emergencias, cuando fui a verla, estaba entubada, dormida. Los doctores nos dijeron que tenía las costillas quebradas, una lesión en el cráneo y no podía respirar por si misma.
-Gracias doctor.
-De nada, señora.
Nos fuimos y dejamos a Amy y a sus padres en el hospital. Empezé a llorar, no quería que le pasara nada.-Todo estará bien, ella es fuerte- dijo mamá agarrandome de la mano.
Me calmé un poco y fingí una sonrisa.
Al otro día, fuimos a ver a Amy. Me quedé en la sala de espera mientras mamá preguntaba por ella en la recepción.
-No les dijeron, ¿verdad?-¿Qué?- mamá estaba preocupada.
-La niña murió anoche, le dio una hemorragia, intentamos todo lo posible pero fue en vano.
Rompí a llorar y me fui corriendo al baño. Mamá me siguió.
-Sabana, abreme por favor.Segui sollozando, abrí la puerta y abrazé a mana y llore con todas mis fuerzas. Fue como si me hubieran quitado algo de adentro.
-¿Por qué? ¡No, no, no!-¡Amy, por favor, no!- desperté.
Todo había sido un mal sueño y un mal recuerdo. Encendi la lámpara de la mesita de noche. Recuerdo que después del funeral no hablé ni comí por tres días. Y no dejé que nadie me llamara "Sabi" porque romperia a llorar. Respiré, vi el reloj: 3:00am. Cierro los ojos e intento dormir.
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Corazón de Cristal
RomanceSabana es una chica dulce, soñadora, fuerte e inteligente. Está lastimada por la muerte de su padre, lo que hace que ella no crea mucho. Lleva una vida tranquila, hasta que se topa con Elliot, que se enamora perdidamente de ella. Sabana relata much...