Capítulo 22

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-¿En Boston?

-¡Sí!

-Adivina qué... Yo también voy.

-No estaré tan sola después de todo.

La miré y lucía un poco indecisa, pensando en decir algo o no, hasta que habló.

-Sabana, no te gustan las sorpresas, ¿verdad?

-Depende, ¿qué pasa?

-Ah... Nada.

Cambiamos de tema y seguimos hablando de otras cosas como si nada hubiera pasado. Después fui a mi habitación. Abracé a todos y claro que salté en la cama, parecía una niña, pero eso no importaba. Estaba felíz.

* * * * * * * *

Ya han pasado dos semanas. Estaba esperando a que Elliot llegara. Estaba más nerviosa que nunca, era la noche del baile, y Francis estaba conmigo, con un vestido rosa claro de tirantes y tenía su cabello -normalmente liso- en rizos. En otras palabras, estaba hermosa.
Aunque no podía hablar mal de mí, se podía decir que el vestido azul marino que llevaba puesto no se me veía nada mal, la parte de atrás era larga pero la de adelante me llegaba un poco abajo de la rodilla, el lazo dorado que lo acompañaba resaltaba; además, llevaba el pelo recogido en un moño, con un mechón suelto que caía delicadamente. Mi amiga me estaba dando un último retoque.

-¡Lista! -aplaudió emocionada- A Elliot se le caerá la baba cuando te vea. ¿Qué te parece?

Reí y me llevó hacia el espejo.

-Bueno... No está mal... -dije tratando de sonar indiferente.

-Jaja, admítelo, te ves guapa.

-Bueno, basta se halagos. ¿Y Joseph, donde está?

-¡Se me olvidaba! Pasará por aquí, espero que no te moleste.

-Para nada. De hecho... -me interrumpió el sonido de un auto acercándose.

-¡Es él! ¿Cómo estoy?

-Te ves hermosa, como siempre.

-"Bueno, bueno, basta de halagos" -dijo imitando mi voz como hace unos minutos. Reímos juntas y nos encaminamos a la puerta, justo cuando sonaba el timbre.

-¡Hola Sabana! ¿Te importa si me llevo a tu amiga un rato?

-Claro que no, te la presto.

-Adiós, Saba. Nos vemos en un rato.

-Nos vemos -les guiñé el ojo y ellos se fueron.

Fui a mi cuarto para acomodar todo el maquillaje que Francis había traído pero que al final casi no usé. Lo acomodaba cuando escuché a alguien en la parte puerta.

-Oh, cariño. Estás muy bella...

-Sí... No me veo tan mal.

-Claro que no. Vamos, Elliot llegará pronto... -y mamá fue interrumpida por otro timbre. Iba a abrir, pero Teo se adelantó. Los escuché hablar desde abajo.

-¡Elliot!

-Hola Teo, ¿está tú hermana?

-Claro, ¡Sabana!

-¡Ya voy! Muy bien, es hora -seguí a mamá por las escaleras, tratando de no tropezarme y quedar en ridículo. Cuando bajé, Elliot estaba con un traje que le lucía, mirando hacia afuera, hablando con alguien por el teléfono.

-Claro, pasaré en cinco minu... -dejó de hablar cuando se volteó y me miró- Me tengo que ir, nos vemos.

Se acercó y me observó con la boca ligeramente abierta, parecía hinoptizado. Luego sonrío y me dió un beso en la frente, haciendo que me sonrojara.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2015 ⏰

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