Capítulo 12

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En dos semanas empiezan los exámenes finales y ya estoy estudiando. Tengo que estudiar de todo: español, biología, psicología, matemáticas, historia, francés, química...

-¡Saba!...

-¿Si?

-¿Quieres café o té?

-Té, por favor.

Es demasiada materia y ya me está empezando a doler la cabeza. Así que mejor me relajo un poco... Mamá me trae té mientras voy sacando los libros para estudiar. Son las 2:15 pm. Saco el libro de historia, que hasta el título te da sueño: «Antología de Historia, Volumen 5; Países, capitales, guerras y fundaciones».

Cojo el libro, una pluma y un cuaderno de apuntes, y empiezo a estudiar.

* * * * * * * *

Abro los ojos lentamente y veo el reloj: son las 4:45 pm. Estoy encima del libro de historia abierto. ¡¿Qué?! Me dormí dos horas y media. "Advertencia: té y un libro aburrido, mala combinación". Voy corriendo al baño, me echo agua en la cara y pongo música en el equipo de sonido. La música me ayuda y despabila.

Después de varias horas estudiando, me cambio, me pongo ropa deportiva, mis zapatillas y salgo a correr camino al parque para despejar mi mente un poco mientras escucho música. Salgo de casa, doblo la esquina, paso junto a la escuela de Teo y llego al parque. Son las 7:40 pm, el cielo está despejado, las estrellas brillan y la luna se ve a lo lejos. Es una linda noche para salir a correr.

He pasado todo el día -excepto por las dos horas que dormí- estudiando. El tiempo se pasa volando a veces. Me siento un momento en una banca y mi teléfono suena, es Jessie.

-¡Jess! ¡Cuanto tiempo!

-¡Oh, Saba! No sabes cuanto te hecho de menos.

-Lo mismo digo... ¿y cómo va todo por allá?

-Fabuloso, ya empecé el curso y la universidad es grandiosa. Steve, mi compañero de laboratorio, me invitó a salir. -dijo soltando una risita nerviosa- Es cariñoso, tierno, divertido y taaaaan guapo. Bueno... Cuando vengas tienes que conocerlo.

-Ja ja, ya lo creo. Suerte por ti, Jessie.

-Si... Y tú, ¿no hay nadie en especial? -dijo, aunque no la esté viendo, alzando las cejas. Me la conozco.

-Bueno... no lo sé. Creo que sí... Se llama Elliot.

-Me alegro por ti. Algún día iré a conocer al afortunado.

-Ok, ok. Creo que nos estamos saliendo del tema un poco.

-Claro. Apuesto, según por mis años de experiencia contigo, a que estás roja como tomate, amiga.

Y como siempre, estaba en lo cierto.

-Dime, ¿alguna novedad?

-No mucho, en dos semanas son los exámenes finales y estoy estudiando, y en un tiempo será el baile. Es demasiado.

-Lo sé... Oye, si tienes alguna pregunta, aquí estoy yo. Recuerda que ya los hice. ¿De acuerdo?

-De acuerdo. Adiós Jessie, te amo amiga.

-Y yo a tí, Saba.

Respiro hondo, me estiro y sigo corriendo; cuando llego a casa me ducho, me cambio y me duermo. Ha sido un día agotador.

He pasado todos estos días estudiando. La materia no es tan difícil como pensé, pero si es bastante. Mi teléfono suena. Una parte de mí está esperando que sea Elliot.

-¿Hola?

-¡Hola hola carambola! ¿Qué cuentas?

-No mucho ¿y tú, Fran?

-Ñeee, tampoco... ¿Quieres venir a mi casa a estudiar? Mamá y papá salieron y me siento cholita.

-Claro, llego en unos diez minutos.

Sé que cuando Francis dice "estudiar en mi casa", quiere decir: "hacer feo, comer helado y ver películas". Pero por si no estudiamos allá, ya estudié bastante por hoy.

Voy a casa de Francis, que está a cinco minutos de la mía.

* * * * * * * *

Después de ver "La propuesta" y comer helado de fresa, charlamos un poco.

-Pero es extraño, dejar a Andreev en el altar, frente a su familia, si ella ya lo amaba -dijo Francis pensativa.

-Lo sé... Se hubieran casado y no hubieran hecho más problemas. Pero es una película.

-Hablando del rey de Roma, ¿ya has buscado el vestido para el baile?

-Primero, no me recuerdes ni la más mínima cosa de historia o te pego un coscacho. Y segundo... Espera, ¿qué? ¡Cierto, el vestido! Gracias por acordarme. ¡Te amo Fran! ¡Tengo que llamar a mamá para preguntarle cuando me puede llevar, tengo que escoger una tienda, un vestido, el precio! ¡Aaaa! Oye, ¿por qué me miras así? -digo mientras veo a Francis riéndose a carcajadas en el sillón.

-Bueno... Es que... Espera...-dijo mientras reía e intentaba calmarse- Por que casi me das un coscacho; la cara que pusiste y que casi te da un infarto cuando te mencioné el vestido.

-Lo siento, es que estaba tan concentrada en los exámenes y falta poco para el baile.

-Jiji... ¿no te ha invitado nadie?

-La verdad, si... Isaac, ¿lo recuerdas?

-¡Por supuesto que sí! El de los lindos ojos azules, el que te gustaba en séptimo.

-Sí... Y también Oliver, pero no estoy muy interesada.

-¿El rubio de ojos verdes enamorado de ti? Así que ahora eres una rompecorazones. Oye, tienes mucha suerte amiga.

-Jaja, nótese el sarcasmo, ¿me acompañas el sábado a escoger el vestido?

-¡Claro!

Y seguimos hablando y hablando, mientras pensaba, con una chispa de esperanza, que ese chico de ojos negros y sonrisa hermosa, llamado Elliot, me invitara al baile.

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Hola, hola!! Aquí está el capítulo, espero que les guste;) Voten y comenten. En unos minutos subiré otro más, como disculpa por haber tardado tanto . Y aquí les dejo una frase que me encanta:

" We don't have to be ordinary".

Hasta pronto!
Bren242 :3










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