Capítulo 10

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Después de la escuela hice lo que yo llamo una "Recolección mensual". Cada mes buscamos cosas que no nos gustan o quedan para darselas a una amiga de mamá, para que lo lleve a un centro de ayuda a las personas pobres. Busqué y encontré tres blusas, dos shorts, un par de zapatos y un gorro que no usaba hace años. Cuando termino echo todo en una bolsa y la pongo en el auto.

Busco algo qué ver en la televisión y suena mi teléfono. Es Elliot.

-Hola Elliot, ¿cómo estás?

-Hola. Muy bien, ¿y tú, linda?

-Bien, ¿y desde cuando me dices linda? -dije riendo y a la vez sonrojada.

-Bueno... ¿Quieres ir a un buen restaurante que conozco?

-¿Me estás invitando a una cita?

-Sí, te estoy invitando a una cita -dijo sonriendo.

-Claro, ¿qué día?

-¿Te parece el viernes a las seis?

-Por supuesto, ahí estaré.

-Adiós Sabana.

-Adiós Elliot.

Colgué consciente de que tenía una enorme sonrisa en los labios.

* * * * * * * *

Fui a la biblioteca a seguir con mi libro. Entré y vi a Paul, le sonreí. Busqué en los estantes y seguí con el libro.

Estuve una hora leyendo sin parar hasta que me dió dolor de cabeza, así que paré. Escucho unos pasos, es Paul que se sienta mi lado.

-Hola Paul. ¿Qué lees? -dije en un susurro ya que estábamos en una biblioteca.

-Nada muy interesante... ¿Quieres ir afuera a tomar un poco de aire?

-Vamos.

Pensé que saldríamos a la calle, pero no. Me llevó a un lugar que no conocía. La biblioteca tenía un espacio tipo balcón, con algunas sillas para leer y algunas flores. A Susan le encantaban las flores.

-Es muy bello -dije mirando todo.

-Sí que lo es. -respondió mirando el cielo- A Camila le encantaban las flores y todas estas cosas...

-¿A quién?

-Oh, disculpa. Camila era mi esposa. Murió hace tres años, tenía un tumor en el cerebro.

«La conocí en un parque, me tropecé con ella porque iba tarde a mi trabajo.
Ella era bióloga y yo era abogado, y aún lo soy. Teníamos muchas cosas en común. Salimos por un tiempo, fuimos novios dos años. Nos casamos en diciembre. Los dos estábamos perdidamente enamorados uno del otro. Pasamos los mejores años de mi vida juntos. Hasta que un día se desmayó de la nada. La llevé al hospital y la examinaron unos días. Luego me dijeron que se estaba formando un tumor en su cerebro. Me quedé muchos dias en casa cuidándola. Pero poco a poco iba perdiendo la razón. A veces llegaba a casa y me gritaba que quién era y que me alejara de ella. No me reconocía, tengo que admitirlo, fué doloroso. Empezó a toser sangre. Hasta que un día cuando desperté a su lado vi que le costaba respirar, tenía la sangre en la nariz, susurró algo, supliqué con lágrimas en los ojos que no se fuera, que llamaría a una ambulancia, pero fué en vano. Murió con los ojos abiertos, mirándome fijamente. Yo tenía 27 y ella 25».

Debía de tener mucha confianza conmigo para decirme todo eso. Estaba mirando al vacío, aguantando las lágrimas.

Me levanté y le toqué el hombro.

-Lo siento tanto, ya pasará.

-Lamentablemente las heridas más profundas son las del corazón, las incurables.

-...Bueno, ya se hace tarde, así que mejor me voy...

-Claro, buenas noches.

-Buenas noches.

Me dio tanta lástima. Pobre hombre, joven, lastimado y sin compañía. Voy a ver si lo animo un poco.

Mientras iba regreso a casa iba sonriendo por alguna extraña razón, entonces me acordé: Elliot me invitó a salir.

Hola!! Espero que les esté gustando la historia. Diganme a si tienen alguna idea o sugerencia. Gracias a todos. Les tengo unas preguntas:
¿Que pasará con el pobre Paul?
¿Que pasará con Elliot y Sabana?
Poco a poco lo irán averiguando. Voten y comenten!! n.n Los quiero!! ;*

Corazón de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora