Hoy hice el segundo examen.
Sólo faltan unos cinco más. ¡Yupi! (Nótese el sarcasmo). Son las 5:30. Estamos caminando a la orilla de la playa, bromeando.-Estoy tan cansada, Oliver. La escuela, los exámenes, el baile. Es mucho.
-Ya somos dos.
-Mira que hermoso atardecer.
Nos sentamos a contemplarlo.
-¿Tu hermana está mejor?
-Eso creo. La muerte de Jeremy la destrozó mucho.
Para aclarar, Jeremy era el esposo de Tatiana, la hermana de Oliver, que murió en un accidente.
-Lo siento tanto. Ella es tan linda... y está sola.
-Tú eres mucho más bonita -dijo pasándome un mechón de pelo por detrás de la oreja.
-Ya basta -dije riendo.
-Saba...
De repente me cogió por los brazos, inmovilizándome y me acercó lentamente hacia él.
-¿Tienes la idea de cuánto te amo?
-Oliver, por favor, no...
Intento soltarme de él, pero es inútil, es demasiado fuerte.
Me sigue acercando a él.-Por favor, no...
-Te amo tanto...
Volteo la cara pero él me agarra del mentón.
Y me besa.
Me besa tan rápido que no tengo tiempo de reaccionar, me abraza aprisionándome, no me pudo safar. Me acaricia el pelo. Me besa y siento que es un beso que nunca terminará.
¡No, no, por favor no! Por fin me suelta y me separo de él bruscamente, me pongo de pie y le doy la espalda. Me voy caminando rápido, indignada y traicionada. Oliver me sigue corriendo.
-¡Lo siento! ¡Sabana! ¡Perdóname, por favor!
-¿En serio? ¡¿Qué te perdone, Oliver?!
-Por favor, ¡espera!
Paro y espero, furiosa, a que llegue a mi lado.
-Sabana, lo siento. De verdad.
-¿Sientes qué?
-Fui un estúpido. Pero... sí supieras cuánto te amo. Te amo desde aquella vez en séptimo, cuando hablamos por primera vez; era tan tímido que tartamudeaba cuando hablaba contigo. ¿Lo recuerdas? Amaba y amo tus ojos, tu sonrisa y tu risa, esa chica hermosa, decidida y fuerte.
-Lo sé. Pero eso no calma mi enojo. Te dejé bien claro que sólo éramos amigos y tú lo aceptaste. Pero ahora me besas y me siento tan traicionada.
-Ya me disculpé. Es por Elliot. Lo amas, ¿verdad?
-Oliver... La verdad... No lo sé... Pero sé que eres mi amigo, mi mejor amigo y no quiero que esto lo arruine. Por favor, entiende.
-Está bien... -dijo mirándome a los ojos, arrepentido y con algo roto por dentro.
-Ahora vamos...
Fue algo incómodo y delicado, gracias a Dios que su familia estaba al otro lado de la playa.
Ya era de noche y Oliver me llevó a casa. Su familia se había ido y me acompañó hasta la entrada. Todo el camino fue silencio. Oliver siempre me ha amado. Pero es mejor ser sinceros para el bien de los dos, a pesar de tener que romperle el corazón. Nos abrazamos.
-Saba, ¿me puedes cumplir un deseo?
-Depende...
-Bésame, no te ofendas ni pienses mal de mí. Por primera y última vez, bésame.
-Oliver, ya hablamos de esto...
-Por favor. Un primer y último beso para éste corazón roto. Y después todo será como antes, como siempre ha sido... -dijo triste.
-Está bien.
Y lo besé, un rápido y casto beso. Un beso que él siempre había estado esperando.
-Te amo.
-Adiós, Oliver -dije un tanto arrepentida, confusa y molesta.
Y cerré la puerta.
* * * * * * * *
Me cambio, ceno, veo televisión un rato y me acuesto. No logro dormirme, reflexiono acostada, mirando el techo. Estoy en un mar de emociones: Elliot, confundida, traicionada, pensando en el beso de Oliver y el mío, las palabras de Oliver rebotando en mi mente: «Es Elliot. Lo amas, ¿verdad?». Pues la respuesta es sí, amo a Elliot Parkson.
-Amo a Elliot -digo en medio de la oscuridad de mí habitación.
Amo sus ojos, su cabello, su hermosa sonrisa, su sentido del humor, todas sus virtudes y defectos. Lo amo.
Sueño que estoy en un prado y Elliot está en a mi lado, tomándome de la mano y me sonríe. De repente me suelta y se va corriendo. Siento que voy a perderlo. Quiero seguirlo pero no puedo, alguien me sujeta ambos brazos y grito.
Despierto asustada, con lágrimas en los ojos y el corazón acelerado. Me escondo en la almohada y lloro suavemente. Últimamente he tenido muchas pesadillas y tengo un mal presentimiento, pero no sé que es.
* * * * * * * *
Ya han pasado varios días y ya terminé los exámenes. He estado saliendo con Elliot. También he acompañado a Paul al teatro y he ido a un café con él. Me ha contado la historia de su vida, sus gustos y tiene gran sentido del humor. Nos hemos hecho muy buenos amigos.
Iré con Paul a la ópera. Nunca he ido, así que tal vez me guste.
-¿Quién será la protagonista?
-No lo sé, creo que Emily Rochester. Canta precioso.
-Ya veremos.
Vamos al salón de actos que está en el centro de la ciudad, en taxi.
Entramos, está lleno de gente. Nos sentamos y empieza la función.No puedo decir que me encantó porque en una parte casi me duermo, pero es lindo. Y Paul tenía razón, Emily Rochester canta precioso. Salimos del salón.
-Y... ¿Qué te pareció?
-Fué hermoso.
-¿Sí? ¿Tan hermoso que te dormiste en una parte?
-Bueno... Lo admito, en una parte digamos que me dormí, pero el resto me gustó mucho.
-Sabes Giselle, eres muy buena amiga, eres como una hermana. Gracias.
-Y a tí, Paul -le sonrío.
-¿Vamos a la parada?
-Vamos.
Llegamos a la parada de buses. Nos sentamos y Paul se va un momento, segundos, minutos. Veo mi reloj, sólo faltan cinco minutos para que llegue el autobús.
-¡Giselle! ¡Ayuda!
-¡Paul!, ¿qué pasó? -me acerco a él corriendo, a un rincón en el que estaba arrodillado.
-Me robaron y me hirieron en el estómago. Duele...
-Espera, conseguiré ayuda.
-No por ahora -dijo levantándose.
Y en un momento se me acercó y me agarró el cuello, asfixiándome.
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Corazón de Cristal
RomanceSabana es una chica dulce, soñadora, fuerte e inteligente. Está lastimada por la muerte de su padre, lo que hace que ella no crea mucho. Lleva una vida tranquila, hasta que se topa con Elliot, que se enamora perdidamente de ella. Sabana relata much...