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Pasó una semana y no me hablaba con Angel.

Todo había sido muy extraño, Angel traía cada día una chica a casa. Y se besaban delante mia, no sé para qué pero lo hacían.

El asunto de Ale fue a más, se juntaba con ellos y Clara estaba tan enfadada con ella que no la podía ni ver.

Yo, no era la misma, había cambiado.

Los lunes y miércoles me iba con Clara a clases de baile. Nos habíamos apuntado para olvidarnos de los problemas. Pero era un poco difícil.

Estaba entrando en la academia de baile con Clara y nos habíamos puesto ropa cómoda para bailar.

-Tengo que deciros algo- dijo nuestra profesora de baile- tendréis una competición de baile a finales de este mes. Eso significa que tenemos una semana y tenemos que prepararnos para ganar-

Todas nos ilusionamos con la idea.

Entonces lo recordé, quedaba una semana para que se acabara el mes, y Angel se iría. Eso me hizo alegrarme más aún.

Nos pusimos a bailar las 2 horas de clase que teníamos.

La profesora nos dejó quedarnos si queríamos seguir practicando. Clara y yo decidimos quedarnos.

-Perdón, Patricia. Tú eres la que mejor bailas y quiero que hagas unos 5 minutos de canción sola. Creo que eso nos daría puntos para la final- me dijo la profesora.

-Claro, me preparo un baile y el miércoles te lo enseño- dije.

- Vale, pero esfuerzate porque es una oportunidad única-

Clara, que había estado escuchando todo, me sonrió y me felicitó.

-Si quieres te ayudo a inventar el baile- dijo Clara.

-Claro, gracias- dije.

Al salir nos encontramos con el grupo de Sara. Eso implicaba que estuviera Angel, como no con una chica, y Ale abrazada a Marcos.

-¡Hey! Mi querida hermana que es casi tan guapa como yo¿Qué tal?- dijo Sara.

Todos se giraron a vernos y nos estuvieron observando.

-¿Y esas pintas que llevais?¿De dónde venis?- dijo Angel.

Nos miramos y llevabamos la ropa de baile.

-Venimos de un lugar que no te importa y justamente nos ibamos a ir...- me interrumpió Angel.

-Si que me importa, nena. Te presento a mi novia, Raquel-

-Mira, no quiero ser borde, pero es que me importa una mierda con quién salgas- dije.

-Uy eso son celos- dijo Ale.

Y todos empezaron a reirse.

Ale había pasado de ser mi mejor amiga a ser insoportable. Desde que se juntaba con ellos no era la misma.

Sin decir nada me fui con Clara a un starbucks.

Nos pedimos unos cafés y nos quedamos un rato allí, hablando.

-Creo que me voy a apuntar al equipo de baloncesto- dije.

-Suena interesante la idea, si quieres me apunto contigo- dijo Clara.

-Vale, vamos a ser las estrellas del baloncesto. Ya lo veras-

Nos empezamos a reir y nos despedimos yendonos cada una a nuestra casa.

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora