XXIII

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Hoy venía Clara. Estaba muy feliz de que llegara ya. Quería verla.

Me acordé de que tiempo atrás, había dicho que cambiaría, pero solo lo había cumplido por un día. Eso me hizo pensar que no todas las personas pueden cambiar cuando se lo proponen.

Yo era una de esas personas, y me gustaba saber que al final, no haya cambiado, porque prefiero seguir siendo como soy.

Me vestí y me puse a desayunar mientras veía la televisión.

Cuando terminé, vi a mi hermana llorando en el sofá.

-¿Qué te pasa?- dije.

-He visto a Carlos besando a otra- contestó ella entre sollozos.

-Lo siento mucho Sara- dije abrazándola.

Aunque la mayoría de las veces estemos peleadas, sigue siendo mi hermana. Y ella es la única que me entiende porque piensa igual que yo, aunque luego ella lo exprese de una manera distinta a la que lo hago yo.

-No se que hacer. Creo que no soy valiente porque no me atrevo a mirarle a la cara. Todavía no le he dicho que le vi con ella-

-Sara, la valentía no es tener la fuerza para seguir adelante, es seguir adelante incluso cuando no tienes fuerza-

-Ya, Patricia, pero ahora por mi culpa, el grupo se va a dividir. Yo no quiero eso-

-Bien, hablame de como van las cosas en el grupo-

-Pues Alvaro esta muy raro con Shasha, bueno, con todos, esta preparando algo para una chica, Marcos y Ale estan muy bien juntos, creo que ya se han hecho cada uno suyo, ya sabes a que me refiero- yo asentí y ella continuó- y bueno ahora Ángel va a ser de la familia, pero a él no se le ve muy feliz con su novia Raquel. Y Shasha, mejor no decirte nada de ella. Esta muy enfadada contigo y te insulta cada dos por tres. Un día la dije que no te volviera a insultar que a pesar de todo eres mi hermana, y ahora no me habla. Pero prefiero que sea así. Y nada más, creo-

-Veo que la relación en el grupo esta un poco tensa-

-Y que lo digas. Estamos peor que nunca-

En ese momento llamaron a la puerta. Fui a abrir y era Clara. Me lanzé a sus brazos y la dejé pasar. Se sentó al lado de mi hermana y empezó a contarme sus experiencias.

-Vaya, pensaba que eras aburrida pero veo que no- dijo mi hermana a Clara.

-No hay que juzgar a nadie por lo que aparenta- dijo ella.

Sabias palabras, amiga mía.

-¿Nos vamos al centro comercial? Tengo que comprarme el vestido para la boda- dije.

-Claro, te acompaño y así te ayudo a elegirlo- dijo Clara.

-¿Te vienes?- le dije a Sara.

-Vale, así me lo compro yo también-

Nos fuimos al central comercial y entramos en una tienda. Vi un vestido color verde militar que era muy bonito, no era provocador, pero tampoco tapaba mucho. Cogí unos tacones del mismo color y me lo compré. Mi hermana se compró el mismo pero en azul oscuro.

Cuando terminamos las compras, nos fuimos a un starbucks.

Cuando pedimos y ya teníamos nuestros cafés, mi hermana empezó a hablar.

-Ha sido un gran día. Solo quería agradeceros todo. Como sabréis Shasha y Ale se estan haciendo muy amigas y como Shasha esta enfadada conmigo, me tocaría estar con los chicos, y no me hace mucha gracia,¿podría estar con vosotras?-

-Claro, si tu hermana quiere- dijo Clara.

Si Clara quería pues yo también.

Asentí con la cabeza y mi hermana se ilusionó.

-Muchas gracias de verdad. Os debo una-

Cuando terminamos, nos fuimos de allí. Nos despedimos y nos fuimos a nuestras casas. En el camino, no dije nada a mi hermana. Estaba feliz de que se hubiera dado cuenta que siendo una zorra no iba a llegar muy lejos.

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora