XII

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Pasaban los días y yo cada vez bailaba mejor.

Clara, por otra parte, se le daba mejor el baloncesto. Por eso, yo la ayudaba con el baile y ella a mi con el baloncesto.

Todos los días, nos juntabamos con Ty y con Ru.

Nos habíamos hecho muy amigos.

Quedamos en que el sábado iríamos a una discoteca a divertirnos.

Hoy, después del instituto, me dirigí hacia mi casa, cuando veo que está llena de coches.

Entro y me encuentro con el grupo de mi hermana.

-Hola hermanita- dice Sara.

-Hola a todos- dije yo.

-Vamos a hacer una fiesta hoy por la noche- dice Ángel.

-Ni de coña- dije yo.

-¿Por? Es mi casa también- dice mi estúpida hermana.

-Porque hoy es jueves, lo que implica, logicamente que mañana sea viernes, y te recuerdo ¡Qué tenemos CLASES!- dije gritando.

Me miraron todos con la boca abierta. Hasta que Alvaro decidió hablar.

-Me parece muy bien que mañana haya clases, pero eso, ¿a quién le importa?-

-A mi quizás- dije obvia- me parece muy bien que queráis divertiros. Pero esta casa también es mia- dije mirando a mi hermana- si vosotros mañana no quereis ir a clase, lo entiendo. Pero yo si quiero ir y paso de estar escuchando toda la puta noche música de mierda. Tengo mi derecho a dormir.

-Hay un problema, somos tu hermana y yo contra ti. Eso es mayoría, asique se celebrará la fiesta- dijo Angel.

-¿Quién te ha dado permiso para mandar en mi casa?- dije.

-Nadie, pero teniendo en cuenta que vivo aquí también tengo derechos, igual que tú-

-Vives aquí por poco tiempo-

-Mira Patty ....- dijo mi hermana antes de que la interrumpiera.

-No me vuelvas a llamar Patty en tu puta vida,¿me oyes?- dije gritando.

-Pues a partir de ahora, por ser tan gilipollas, te voy a llamar paticorta, que es el diminutivo de Patricia-

Todos se empezaron a reir y yo estaba roja de rabia.

¿Por qué mi hermana era tan insoportable?

-¿Si? Pues yo te voy a llamar satanás, que por la misma regla de tres que usas tú, es el diminutivo de Sara- dije enfadada.

-No tiene gracia-

-Lo mismo digo-

Nos asesinamos con la mirada y después de un largo rato, me fui a mi habitación.

Mientras subía las escaleras, mi hermana gritó.

-La fiesta se hará como que me llamo Sara. Y si es necesario encerrarte en tu habitación, lo haré-

Yo me quedé como ¿valee?

Que alguien me mate por favor.

Mi hermana no iba a cambiar de idea, pero yo tenía una cosa muy clara.

Si ella quería fiesta, fiesta iba a tener, pero....

¿Cómo sería esa fiesta?

¿Sería divertida o sería arruinada por la más bella persona del mundo?

Jaja ocno. Vale, me rayo mucho. El caso es que iba a destrozar esa maldita fiesta.

O por lo menos, lo iba a intentar.

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FOTO DE PATRICIA

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora