XXX/ Epílogo

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-He estado pensando y he decidido creer a las chicas, porque tienen cicatrices en los mismos sitios. Cosa que es casi imposible que se las hicieran ellas aposta. Condeno al padre por abuso a menores con diez años de cárcel y dejo a las chicas libres con un salario de quinientos cuarenta y tres euros para que puedan vivir hasta que terminen los estudios y puedan buscar trabajo-

Después de oír eso nos abrazamos entre todos.

Sara, Erik, Dani y yo.

Habíamos ganado.

Nos fuimos a celebrarlo a un bar.

Antes de salir del juzgado, nos dieron la cantidad de dinero que dijeron, y nos fuimos a gastarlo a un bar.

No todo ya que es lo que teniamos para vivir todo el mes.

Yo me fui a vivir con Dani, y mi hermana con Erik.

Acordamos vernos a menudo.

En la celebración, me pasé de copas y Dani me tuvo que llevar a casa.

En casa me acosté en la cama y me quedé dormida.
*********
Al día siguiente, fue Dani el que tenía hecho el desayuno.

-Buenos días, princesa-

-Buenos días, príncipe-

-¿Qué tal ha dormido mi chica favorita?-

-Genial,¿y tú que tal?-

-Muy bien, he preparado una sorpresa. Vistete-

Hice lo que me dijo.

Estábamos los dos listos y nos subimos a su coche.

-¿A dónde me llevas?-

-Es sorpresa-

Después de quedarme dormida en el coche, pasó una hora más y todavía no llegabamos.

-¿Falta mucho?-

-No, ya hemos llegado-

Paró el coche cerca de un río con mesas de pic- nic.

Después de besarnos decirnos cuanto nos queríamos y estar durante más o menos tres horas allí, nos bañamos en el río.

Salimos y a Dani se le había olvidado meter una manta, así que nos metimos en el coche y pusimos la calefacción a tope.

Cuando conseguimos entrar en calor, Dani empujó los asientos de atrás, dejándolos como una cama.

Como el techo del coche tenía un cristal para ver el cielo, nos tumbamos y vimos un bonito anochecer.

Después de ver un rato más las estrellas, salimos a recoger todo lo que habíamos puesto antes.

Abrazados en plena noche, en medio de un descampado cerca de un río.

-Te quiero, Patricia- dijo Dani.

-Te quiero, Daniel- dije yo.

Nos besamos, nos abrazamos, nos besamos, nos abrazamos y así hasta que empezó a llover y salimos corriendo y riendo hacia el coche.

Ya dentro de él, pusimos rumbo a casa.

Yo me quedé dormida.

Mientras Dani conducía. Había puesto una radio de música clásica para que me pudiera dormir mejor.

Me dijo que descansara y así lo hice.

Me levanté al sentir unos fuertes brazos elevarme.

Abrí los ojos y vi a Dani llevándome hacia la puerta de la casa.

Cuando llegamos y me dejó en el suelo dije:

-Estoy loca por ti, Daniel. Y espero que así sea durante mucho tiempo-

Fin

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora