XVI

41 6 0
                                    

-Tú- dijimos al unísono.

-¿Por qué has entrado tú?- dijo Alvaro.

-Lo mismo te digo- dije.

Nos miramos un momento más y nos fuimos.

Después de este día no podría mirarle a la cara.

Estuve algunos días sin hablar con ese grupo.

Iban pasando los días y me daba la sensación de que Alvaro ya lo había olvidado.

Pero a mi no se me olvidaba.

Estaba en mi taquilla, cuando se acerca Shasha.

-Eres una zorra- dijo ella.

-¿Yo?- pregunto.

-Si. Sabiendo que Alvaro esta conmigo vas y te acuestas con él- dijo enfadada- no te lo voy a perdonar nunca.

- Era un juego-

-Por ese maldito juego, él me ha dejado. Dice que ha disfrutado mucho y que no podía estar conmigo porque pensaba en ti- dijo ella- eres una maldita zorra.

Y después de decir esto se lanzó hacia mi.

Me empezó a tirar del pelo.
Yo me defendía como podía pero era bastante difícil ya que me había pillado desprevenida.

Alguien la agarró y la alejó de mi.

Era Ángel.

Alvaro se acercó a mi y me preguntó que si estaba bien.
Asentí con la cabeza y me levanté del suelo. Después de darle las gracias me fui hacia mi clase.

Estaba hasta las narices de que la gente pensara que eran mejores que yo.

Yo podía estar con Alvaro igual que ella.

Así que me hize una nota mental, a partir de este día, cambiaría.

Hombre que si cambiaría, nadie me iba a reconocer.

Eso estaba claro.

Después de terminar las clases. Me fui a casa y cogí parte del dinero que mi padre nos había dejado para emegercias.

Porque esto era una GRAN emergencia.

Me fui al centro comercial y me compré la ropa que se compraría mi hermana.

Cuando salí de la tienda ya con la ropa puesta y con una mezcla sobresaturada de maquillaje, me fijé que había un grupo de chicos que me miraban.

Me acerqué a ellos de la forma que había visto muchas veces hacer a mi hermana.

Me miraron de forma pícara.

-Hola, guapos-

-Hola, preciosa-

Me fui acercando a uno.

Cuando estaba a punto de acercarme a su boca, nos interrumpieron Ángel y Alvaro.
***************
FOTO DE PAULA

Loca por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora