7. Regalos

41 9 3
                                    

Era una caja hermosa, decorada con un envoltorio rosa, con pequeñas patas de gatos. Jamás había visto un diseño parecido, pero no dudaba en que él podía encargar algo así para ella.

Él lo haría, estaba segura

Lo suficientemente grande como para contener una máquina de coser, o un equipo de música, o un nueva maleta de material de arte...

Ella no pedía nada de eso, pero él no entendía razones cuando se trataba de no consentirla. Aunque sería hipócrita reclamarle cuando ella hacía exactamente lo mismo.

Marinette respiro profundo, conteniendo los sollozos que la invadían desde que recibió la caja aquella mañana.

Sabía que sus padres estaban preocupados por el contenido del paquete, pero ella confiaba en él remitente, siempre lo hizo.

Se acercó, decidida, al paquete, bajo los ojos escrutadores de los pequeños dioses, todos igual de expectantes, aunque uno de ellos aún preocupado

"¿Crees poder con esto?" Preguntó el pequeño dios, sabiendo que él tampoco soportaría aquel regalo al cual tanto se había opuesto.

"Ya es hora de aceptar la realidad"  respondió "este es un buen paso"

Marinette limpio algunas lágrimas con la manga de su sudadera, aquella que no había lavado en semanas.

Acercándose lentamente, casi con miedo, al paquete, desenvolvió lentamente el envoltorio y encontró una nota sobre otra caja.

"Espero que no te enojes al haberme tomado la libertad de elegir nuestro primer hogar, pero creo que nuestra hija merece un lugar para divertirse...

¿Sorpresa?

Te amo, A.A (pronto D-C)"

Marinette no pudo evitar reír, con lágrimas en sus ojos ante lo que, ya intuía, estaría en la caja.

Al abrirla lo vio, una gran jaula de hamster, de tres pisos y con túneles para las paredes.

Plagg resopló detrás, al ver nuevamente la "casa de Soledad" que había comprado su portador antes de... De eso

Marinette tomo al pequeño roedor de la pequeña jaula en la se encontraba.

"Mira Sol, lo que tu padre consiguió" dijo colocándola dentro cuando estuvo preparado para recibirla.

Marinette observó al hamster explorar su nuevo hogar, mientras sostenía el anillo que estaba en su cadena, aquel que fue destrozado en la batalla, y ninguna mariquita milagrosa logró volver reparar.

La pluma se libero y Adrien...

El desapareció

*****

Día 7

Diferentes Caminos, Un Mismo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora