17. Cartas de amor

36 8 0
                                    

A mi querida amiga

Marinette

¿Sabes? Es gracioso como una palabra tan arraigada en tu vocabulario sea tan amarga al momento de decirla (o pensarla) cuando está asociada a tu nombre.

No me había dado cuenta antes, y es probable que ahora sea demasiado tarde como para considerar esto como algo bueno. Pero creo que cuando algo es importante es necesario decirlo (o escribirlo).

Y esto, Marinette, es demasiado importante como para mantenerlo dentro de mí por más tiempo.

No puedo irme sin antes decirte que te amo.

Si, lo hago.

Te amo.

Y no como un amigo (creeme que he llegado a odiar aquella palabra durante los últimos meses), sino como algo más.

Siempre sentí que tú eras diferente, que algo en ti me atraía de una forma especial, pero mi infancia aislada y sobreprotegida no permitió darme cuenta de los verdaderos sentimientos que tenía hacia ti.

Siempre anhele un amigo, y cuando te conocí, quería que ese amigo fueras tú.

Pero no fue suficiente y ahora lo sé, cuando ya es muy tarde.

Me habría gustado decirte todo esto de frente y, con un poco de suerte, ser correspondido.

Haberte invitado a una cita, recorrer Paris sin ser molestados, mirar el atardecer juntos y, de haber logrado impresionarte, haber recibido un abrazo de despedida, ¿tal vez un beso?

Un hombre puede soñar.

Pero al parecer haber sido el portador de la mala suerte (¿Sorpresa?) me trajo esta mi vida.

¿Puedo realmente esperar que alguien como tu ame a alguien como yo? él hijo del villano, una persona inconsciente, un niño roto.

A pesar de que me duele llamarte amiga, bajo las circunstancias actuales creo que sería una suerte que aun me consideraras como tu amigo.

Los últimos días he considerado si esta carta es o no una buena idea y, como mencione, me habría gustado decirte todo esto en persona, pero la vergüenza de lo que paso me impide enfrentarte.

Saber que él te hizo daño, y que eras un objetivo para usar…

¿de haber confesado antes y tener una relación, él habría interferido? ¿realmente le importaba tan poco mi felicidad como para meterse contigo?

Saber que conspiró contra ti, siendo solo una amiga.

No quiero imaginar como habría conspirado contra nosotros de ser algo más.

Y enfrentarte ahora, cuando ambos sabemos lo que hizo.

Soy un cobarde sin la máscara, lo admito.

Y quiero recordar tu rostro feliz, esa sonrisa que pareció iluminar el parque cuando llegaste, quiero recordar el día anterior a que todo se arruinara.

No soportaria grabar en mi memoria tu decepción de saber que, de haberme dado cuenta, podria haber terminado con todo el terrorismo de HM antes.

Tengo miedo de tu reacción.

Tengo miedo de que ya no aceptes siquiera ser mi amigo.

Al menos de esta manera, en mi mente, aun seguiremos siendo amigos.

(Por mucho que quiera ser más)

Espero que alejarme del lugar en donde todo sucedió, me de una nueva perspectiva, y me ayude a crecer, a pensar más allá de las paredes de la mansión.

Tal vez convertirme en alguien que merezca tu amistad (y amor)

Realmente lo siento, por todo.

Te ama

Adrien


-Adrien ¿porque te disculpas?- pregunto Marinette luego de leer la carta

-Por todo lo que pasó- el levanto la mirada del periodico

-No fue tu culpa, ya te lo he dicho- dejo la carta sobre la mesa y se acercó a él-  Nada lo fue

-Entonces me disculpo por no haber notado tus sentimientos antes- el estiro su brazo, tomando su mano

-Tampoco es tu culpa- ella lo abrazo- y ahora ambos lo sabemos ¿no es eso lo importante?- preguntó mirando a sus ojos

-Te amo- él dijo

-Yo también- le dio un rápido beso- pero debemos juntarnos con tu tía en una hora, debemos irnos…¡ahora!

-No eres divertida- él reclamó

-¿Cuando lo fui?









Diferentes Caminos, Un Mismo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora