First Love, Sterek Love

Capítulo 10: El bello (a.k.a. Parrish) y la bestia (a.k.a. Kate)

Con un mejor ánimo, mi estómago empezó a reclamar atención, por lo que me dirigí hasta la zona de tiendas de comida rápida (chatarra) y me senté en la primera mesa libre que encontré.

Esta se encontraba junto a una gran luna que tenía como pared la zona donde estaba, en el cuarto piso, en la sección panorámica. De esta manera uno podía comer y tener a disposición un bonito panorama del resto de negocios que había fuera del centro comercial.

Los juegos de mesa de este negocio de comida rápida se componían de una mesa algo rectangular, cubierto de un precioso mantel color crema, y en vez de sillas había bancas con respaldar esponjoso cubiertas por una fila tela del mismo color del mantel. Y todos los juegos de mesa estaban colocados de manera de formar una fila al costado de la pared de vidrio, por decirlo así.

Mientras veo a través de la cristalina luna como la gente allí afuera parecen hormigas caminando de aquí para allá, me percato de unas risas.

Ladeo la cabeza y veo en una mesa cercana a la mía a un grupo de jóvenes riendo de lo más alegres. Ante esto uno recuerdos invaden mi mente.

Recuerdo todas aquellas ocasiones en las que, la que una vez era una manada numerosa, se juntaba en la cafetería del instituto para charlar animosamente mientras comíamos como cerdos debido a lo agotados que estábamos para esas horas.

- Mis amigos- susurro para mí mismo mientras lanzo un suspiro lleno de melancolía.

Cuanto echo de menos aquellos días. Daría lo que fuera por volver a tener la oportunidad de soportar otra vez las bromas pesadas de Isaac, la mirada celosa de Boyd cuando Erica me convidaba su merienda; daría lo que fuera por volver a disfrutar de las miradas de tortolitos que Scott y Allison se echaban; daría lo que fuera por estar sentado cerca de mí pelirroja favorita y poder escuchar todas sus anécdotas de chica popular.

Quizás no fueron muchas las veces en las que nos sentamos a comer todos juntos en la cafetería del instituto porque, de hecho, no tuvimos muchas ocasiones de reunirnos todos, sobre todo cuando los miembros de la manada empezaron a disminuir.

Boyd y Erica fueron los primeros en desaparecer para siempre y ahora último fue el turno de Allison.

Isaac y Kira se fueron de la ciudad, del país diría yo, y no sabemos si será una partida definitiva.

Aun así, extraño muchísimo aquellos días. Creo que sería capaz hasta de dar mi propia vida con tal de volver a comer en compañía de mis amigos, en compañía de mi manada, aunque sea sólo por una vez más.

Pero no. Sería ya la gran cosa si, este año, al menos los tres supervivientes pudiéramos compartir un momento juntos durante el intervalo de clases. Pero dudo mucho que eso suceda puesto que Lydia me odia y no quiere verme ni en pintura (incluso me ha bloqueado en el Facebook).

Quizás volvamos a ser sólo Scott y yo como en un principio.

Y si... ¿y si yo fuera el único miembro que tuviera Scott en su manada? ¿Es posible llamar manada a un grupo de compuesto de dos integrantes?

Ojalá Scotty se ponga a trabajar y reclute a más miembros para que seamos una numerosa manada feliz y contenta, tal como debimos ser para siempre.

- ¿Me permite sentarme en esta mesa?- escucho decir mientras siento como alguien pone una mano en mi hombro. Sin embargo, no necesito alzar la mirada para ver de quien se trata.

- Me encantaría pero creo que no lo podrás hacer. ¿Sabes? La gente civilizada suele sentarse en las sillas y no en las mesas.

- Oh, bueno, disculpe usted. Es soló que, verá, no soy un tipo muy civilizado, que no lo engañe mi uniforme- respondió mi "misterioso" interlocutor.