CAP. 13: Un ingreso muy gruñón

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Todavía no puedo creerlo, ¡voy a vivir con Derek Hale! Nunca pensé vivir con un hombre lobo que no fuera Scott. No, que digo, nunca pensé vivir con alguien tan gruñón como él.

"Pero lindo", dijo el diablillo (aunque no puedo contradecirle, ¿verdad?).

- ¡Tu cayado! Y ni se te ocurra salir cuando estemos en casa de Derek, ¿entendido?... Oh, demonios. ¿A quién le estoy hablando? Creo que cada día me vuelvo más loco- me dije mentalmente para mí mismo.

"Nos volvemos más loco", agrego el imitador de Pepe el Grillo "también puedo oír los comentarios apartes que haces, Pinocho".

- Ya lárgate o te voy a...- intenté amenazar pero alguien me detuvo.

- ¡Ya llegamos y deja de hacerte el dormido que sé muy bien que estas despierto y por demás agitado!- refunfuñó el lobo gruñón dándome una sacudida.

- Wow, así que por fin llegamos a la nueva cabaña Hale, ya era ho...- mier....coles, ¡ésta casa es inmensa!- Derek, ¿por qué no me dijiste que eras un puto millonario?- dije admirado y anonadado por la vista que tenía delante pero es que... ¡es una auténtica mansión!

"¡Oh, yeah! Y una vez que estemos con Derek será nuestra también; ¡viva por la mansión Hale Stilinski! - grito eufórico el diablillo interesado.

- Pues para que lo sepas, yo no soy un mendigo interesado, así que si tuviera una relación con el lobuno éste eso no significa que sería por su hermosa y grandota mansión. Claro, eso no quiere decir que estaría con Derek, ni en mil años.

"Pues tú te lo pierdes. Ya me imagino la cantidad de chicas que traerá aquí el lobuno y todas, obviamente, quedarán tan o más impresionadas que tú por tremenda cueva. Tendremos que ponernos tapones para no oír mientras cog..."

- ¡Ni siquiera lo digas!- grité tan fuerte que casi se me sale el pulmón.

- ¿Decir que? ¿Qué te mataré lenta y gustosamente?- preguntó el lobo.

- ¿Qué? ¿Y eso ahora por qué?- pregunté confundido.

- Por haberme puteado y por estar raro. Más raro de lo normal- dijo el lobo mirándome como si fuera un loco apenas escapado de un centro de salud mental.

- Mira Lobito, para que lo sepas estaba hablando conmigo mismo. ¿Qué? No me mires así, la gente inteligente habla consigo mismo, está comprobado. Y no te hagas el... ¡Oye, te estoy hablando!- grité al ver que Derek se bajaba del coche e iba hacia una especie de portón- Puto lobo maleducado- susurré.

- Stiles...- le escuche decir con ese típico sonido amenazador.

-Derek...- dije imitándolo- como sea, bonita cabaña en medio del bosque, ¿eres millonario o que?- pregunté ya una vez que había salido del coche para ver lo que hacía- Vaya, tecnología de primera, supongo- dije al ver como la gran reja de fierro que había como portón se abría una vez que Derek había puesto la palma de su mano derecha sobre una especie de escáner puesta a un lado del muro junto al portón. En realidad toda la mansión estaba rodeada de una enorme muralla y sólo era apreciable a la vista humana gracias a la reja que tenía el portón- déjame adivinar: alrededor de la mansión, con excepción de la puerta de ingreso, has rociado azufre (alias veneno para lobos), ¿verdad? ¿Verdad, Derek? Derek, ¡respóndeme!- grité ofendido al ver cómo iba de regreso a su coche sin darme una respuesta.

El lobo llegó a su auto (auto de ricos, digo, para que haga juego con la mansión, ¿no?) y entró en éste para encenderlo y así poder llevarlo dentro de la fortificación.

First Love, Sterek LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora