Capítulo 5: La salida perfecta (1° parte)

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-Genial, ya son las 16.10 y el gracioso de Parrish no viene, si esta es su manera de hacer reír pues no da risa: para nada- pensé mientras me sentaba delante de la puerta de mi casa.

Parrish me había dicho que pasaría por mí a las 16.00 y ya eran las 16.10.

“Cálmate Stiles”, me susurró una voz. Es verdad, apenas han pasado 10 minutos, no es la gran cosa. Además todo el mundo hoy en día es impuntual. Y así viniera, bueno, tampoco es que tenga tantas ganas de salir con Parrish. Quiero decir, apenas lo conozco. No somos amigos ni nada por el estilo. No estoy interesado en salir con él. Así que si no vienes, mi estimado Parrish, no pasará absolutamente nada. Ni que fuera el fin del mundo.

- Genial, las 16.12- dije mientras miraba el reloj que me había puesto en la mano derecha. Tanto alistarme y ponerme guapo para nada…

Un momento, ¿me he puesto guapo para salir con un tío? ¡Wow! Tú sí que estás desesperado por salir con alguien, Stiles. Ya estas delirando: tú solo tienes que ponerte guapo para salir con Lydia Martín, para nadie más.

- Bueno, supongo que ya no hay nada más que hacer aquí- dije algo decepcionado, así que me puse de pie y luego de lanzar un suspiro me gire para abrir la puerta de la casa cuando siento que suena la sirena de un coche patrulla, seguido de la voz de alguien que me llamaba… Oh no, no puede ser lo que creo que es.

- ¡Stiles, espera!- escuche gritar fuerte a alguien.

- Oh no, no puede ser lo que estoy pensando- pensé mientras me di la vuelta y trataba de poner una sonrisa totalmente fingida.

- Parrish, no me digas que a última hora te dijeron que tenías que hacer horas extra en el trabajo- dije mientras salía del camino que había en casa hasta la vereda y me acercaba al coche patrulla que tenía bajadas las ventanas, por lo que podía ver a un radiante Parrish con ropa informal. Ok, eso no estaba bien.

- No tontillo, nunca hubiera aceptado hacer horas extra sabiendo que tenía una cita contigo.

- U... ¿una cita?- balbuceé.

- Sí, una cita… pero como amigos, claro está- dijo Parrish mientras tosía un poco- ¿de qué otra manera podía ser?

- Sí, claro, eso pensaba- dije tratando otra vez de sonreír para ocultar el bochorno que había tenido- Pero entonces, ¿no estas de servicio?

- No, nada que ver. Como ves estoy sin uniforme y totalmente listo para pasarlo bien, así que sube y vamos de una vez- dijo todo alegre el inocente de Parrish. Creo que aún no se había dado cuenta de lo  extraño que sería salir a pasear por allí dentro de un coche patrulla.

- Bien, si tú lo dices- dije mientras abría la puerta trasera.

- Espera, ¿qué haces?- preguntó Parrish.

- Según tú, ¿qué crees? Me dijiste que subiera al coche, así que eso estoy haciendo.

- Ah, vale, pero me refiero a que sería mejor que fueras aquí delante, en el asiento de copiloto. Ya sabes, para poder hablar mejor.

- Claro, tienes razón- dije cerrando la puerta trasera para abrir la delantera y sentarme al lado de Parrish.

- Por cierto, no nos hemos saludado: ¡hola!- dijo Parrish algo eufórico poniendo una gran sonrisa, mostrando unos dientes muy blancos y alzando una mano para saludarme.

- Supongo que ya es algo tarde pero hola- dije respondiendo al saludo y apretando su mano, cuyo contacto hizo que me tensara un poco por alguna razón y es que apretar las manos de Parrish y verlo así de cerca, ver mejor aquella esplendida sonrisa que podía poner y los dos así, solos… Era un momento algo incómodo, no sé por qué, pero debo admitir que me sentía bien de alguna manera.

First Love, Sterek LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora