Capítulo 6: La salida perfecta (2° parte)

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Las luces ya habían vuelto a encenderse por todo el camino así como la pantalla que continuó con el tráiler de una película de vampiros. Al mismo tiempo sentía que alguien me apretaba mi cuello con sus dos manos y pensé que querían ahorcarme.

- ¡Auxilio! ¡Socorro!- traté de pedir ayuda pero solo lograba decir frases sin sentido. De repente sentí que el agarre en mi cuello se hacía menos fuerte hasta que al final sentí que me soltaron y alguien, siempre por detrás, recostó su cabeza encima de mi hombro y soltó un sonoro “boo”.

- Debiste ver como alzabas las manos al aire- dijo una voz entre risas- Venimos a ver una película animada, no una de terror.

- ¡Parrish! ¿Acaso te volviste loco? Pensé que alguien quería ahorcarme de verdad, tú pudiste…

- Matarte, sí Stiles, estaba a punto de hacerlo pero recordé que dijiste que el sheriff sabía que estabas conmigo- ironizó.

- Tonto, lo digo en serio: ¡pudiste haberme dejado sin respiración!- dije moviendo un poco mi enfadado rostro para ver el suyo que aún seguía apoyado en mi hombro izquierdo.

- No Stiles, el día que te deje sin respiración haré una cosa muy distinta de ahorcarte… pero igual te quedarás sin palabras, eso te lo aseguro- dijo Parrish pasando su lengua por su labio inferior. Dios, ¡eso se vio tan sexy!

No Stiles, ¿es qué estás pensando? Ya deja de tener esta clase de pensamientos con los tíos. Primero con Derek, ahora con Parrish, luego quien seguirá, ¿Deaton? Uhm, tampoco nos vayamos a los extremos.

- Pues el que se va a quedar sin poder respirar vas a ser tú si no vienes aquí en el acto y dejas de hacer esta clase de bromitas tonto, ¿ok? Y más te vale que hayas traído algo de comer y que sea muy sabroso- acoté.

- Sí- afirmó Parrish mientras se quitaba de encima de mí y me pasaba una bandeja de plástico  donde habían dos vasos grandes descartables llenos de Coca Cola y una caja mediana con palomitas de maíz, además de una barra de chocolate- Espero que con esto baste para que me perdones por la broma… amorcito- dijo riendo.

- Mira Parrish, no me gustan esa clase de bromas y tampoco me gusta que actúes como si fuéramos una pareja de gays, ¿ok?- pensé en decir pero luego de verlo así, contento, solo logré decirle que era un tonto.

- Bueno, tontito lindo de mi corazón, ¿te vas a quedar allí atrás?- pregunté mientras Parrish brincaba sobre la butaca para estar en la misma fila donde estaba sentado, acomodándose a mi costado- Como no dicho. Veamos: escogiste cosas buenas así que te perdono que te hayas demorado y que luego hayas tratado de matarme- dije mientras le daba su vaso con Coca Cola.

- Oh, gracias señor Stilinski- dijo mirándome y sonriendo- Solo por curiosidad, ¿te han amenazado de muerte?- preguntó Parrish de pronto, por lo que casi me atoro con las palomitas de maíz que tenía en la boca.

- No, claro que no. ¿Quién tendría ganas de hacerle daño al tipo más bueno de toda Beacon Hills, cuyo padre es el mejor sheriff del pueblo? Claro, me han amenazado de muerte algunas personas como mis maestros pero sé que lo decían en broma- dije tosiendo un poco.

“Claro que no Parrish, solamente hay un lobo amargado al que le gustaría arrancarme la cabeza con sus dientes y una tipa resucitada que quiere arañar todo mi cuerpecito para hacerlo pedazos. Nada del otro mundo”- ironizó esa vocecilla dentro de mí que se hacía presente con mayor frecuencia.

- Menos mal. Pero recuerdo que puedes contar conmigo para lo que sea- dijo mientras continuaba mirándome.

- Lo tendré presente. Y Parrish, ¿sabes por qué hace un rato se apagaron tanto la pantalla como las luces?- pregunté por lo sucedido antes de que Parrish volviera, justo cuando también volvió a estar encendida la pantalla del cine.

First Love, Sterek LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora