First Love, Sterek Love

Capítulo 2: El final de un día agitado

Pasaron unos minutos en los cuales mi mente solo podía pensar en una cosa: Allison. Pero al rato otra imagen se apareció en mi mente, la de un Derek adolorido.

- ¡Derek!- dije mientras me levantaba como podía. Aún seguía con algo de dolor por la brusquedad con la que me había tratado la señorita Argent- Derek, ¿qué hago?- pregunte mientras me acercaba a él para acabar poniendo un oído en sobre su corazón. Quería oír si su corazón continuaba latiendo. Si no lo hacía… por algún motivo no quiero ni siquiera pensar en eso.

- ¿Qué. Estás. Haciendo? – preguntó Derek palabra por palabra, con un tono amargado. Claro, para variar, ¿no?

- ¿Viendo si no tengo que llamar al zoológico para que recojan el cadáver de un lobo agujereado? Sólo quería saber si seguías vivo o no. Al parecer estás vivo, eso es genial supongo. No tienes que agradecerme.

- Stiles…- dijo lentamente con ese tono especial que solo él tiene y usa cada vez que pronuncia mi nombre para intentar atemorizarme.

- Sí, ya lo sé: si no me callo me romperás la garganta con tus dientes. Como que es tiempo de que te crees otra amenaza, ¿no te parece?

- Stiles, ¿qué viniste a hacer aquí? ¿Y por qué sigues encima de mí?- preguntó Derek algo irritado. Ups, no me había dado cuenta de que estaba encima de él. ¿Cómo termine así?

- Ehm, lo siento- dije apartándome de él- Pero bueno, ehm… ¿quieres que te lleve a algún lugar donde puedan curar tu cuerpo de lobo malo? ¿Qué podemos hacer para sanar esa herida? Por cierto, ¿por qué no se ha sanado ya?

- Stiles, no estoy para responder a todas las preguntas que puedan ocurrir en tu hiperactiva cabeza- dijo suspirando para luego pasar a sentarse- Kate debió de dispararme con una bala conteniente algo especial preparado para herirme pero no para matarme. Y a la primera pregunta mi respuesta es nada: tú no harás nada. Solo vete de aquí.

- Pero…

- Ya en otra ocasión me dirás para que viniste a verme. Como puedes ver ahora estoy algo ocupado- dijo poniéndose de pie para luego dirigirse a una habitación, dejándome allí todo solo. Que mala manera de tratar a sus invitados tiene este lobo amargado, como se nota que no es un tipo sociable, lo cual es extraño porque tiene un físico con el que fácilmente podría ser el chico más popular de todo Beacon Hills… ¿por qué acabo de pensar en eso? Se supone que soy un chico, no debo apreciar la belleza masculina.

- ¿Estás seguro?- pregunté en voz alta mientras iba a la habitación adonde había ido él- En serio, afuera hay un coche patrulla y podemos llevarte al hospital o donde Deaton o…- estaba diciendo antes de quedarme con la boca abierta por lo que ahora podía ver. Por alguna razón ver como se quitaba la camiseta manchada de sangre me dejó completamente atónito. No quiero pero tengo que admitir que Derek tiene un bonito color de piel y una piel muy suave, por cierto.

Derek estaba de espaldas hacia mí, por lo que pude ver perfectamente el trisquel que tenía tatuado. Personalmente no me gustan los tatuajes pero tengo reconocer que a él si le donan mucho, lo hacen ver más… ¿sexy?

Reacciona Stiles, es un chico. ¿Qué estoy diciendo? Es peor que eso: es un lobo amargado. Si te pilla observándolo así seguro te mata.

- ¿Aun sigues aquí? ¿Y para qué llamaste a tu padre?- preguntó Derek mientras se volteó para verme, aun sin ponerse la camiseta limpia que había cogido del armario.

- Pues yo… Yo vine a hablarte sobre algo pero ya se me olvido… Ah sí, ya recordé. Pero ya será para otro día. Y mi padre está en su oficina pero descuida, que yo le doy tus saludos- dije o al menos trate de decir porque… porque… ¡no podía dejar de ver esos pectorales tan wow que Derek tiene! ¿Cómo los habrá conseguido? Debe ser el resultado de mucho ejercicio. O quizás consuma esas pastillas milagrosas. O quizás le vinieron al nacer como hombre lobo, quien sabe.