XXIII

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Atención: Este capítulo contiene uso de violencia, sangre, entre otros temas que pueden causar diversas reacciones.

Hasret Sadik
6 años atrás.

La llegada de Beyhan a la residencia fue devastadora, en los brazos de Hamza, temblando y con la mirada perdida, vacía. Hamza dijo que no pudo dormir en el trayecto, cerraba los ojos y lloraba. Aun con la manta envolviendo su cuerpo nos dimos cuenta de la sangre que había en ella.

Dilara pidió horrorizada la presencia del médico de los Aksoy, Hamza dejo a Beyhan en su habitación y pidió que la dejáramos sola.

- ¿Dónde tienen a los tres bastardos? - Pregunté - Siguen en la cajuela de los carros - Me dice Ali. - ¿Qué fue lo que le hicieron? - Pregunta Bellinay.
-No lo sabemos, lo que sea que hicieron fue suficiente para que destrozaran a Bey, tenía miedo incluso de que Hamza y Dilaver la tocaran-.

La llegada del médico nos impide seguir hablando - Gracias por venir tan rápido doctor, venga por aquí por favor - Soy yo quien lo lleva a la habitación de Beyhan, Dilara ha estado con ella desde su llegada y los hombres Aksoy seguramente están arrastrando a los 3 malnacidos a uno de los almacenes.

Toco la puerta y anuncio al doctor - El doctor está aquí, me retiro - Estoy a punto de cerrar la puerta - Has - El bajo llamado de Beyhan hace que de la vuelta - Te necesito aquí - Me dice, sus ojos cafés están llenos de lágrimas.

Me acerco a su cama y le extiendo mi mano, la agarra - Beyhan, voy a revisar tus heridas, no voy a hacerte daño, ¿Me permites curarte? - Le pregunta el médico, tarda unos segundos antes de permitirle tocarla.

Quita la manta de su cuerpo y su estado nos provoca un sonido de sorpresa a los 3, hay quemaduras de lo que imagino es cigarro en parte de su vientre y una que otra en su abdomen, tres palabras escritas en turco, me provoca una rabia que no había conocido. Veo su rostro y se encuentra inexpresiva, perdida.

El médico empieza a curar sus heridas y no hay señal de dolor en su cara - Quiero bañarme - le dice - Podrás hacerlo, sólo necesitamos cubrir las quemaduras, te daré una pomada y analgésicos, es muy probable que quedes con cicatrices - Nuevamente no hay reacción ante sus palabras.

-Eran cuatro - Nos dice - ¿Cuatro qué Beyhan? - Pregunto - Cuatro hombres, lo sé porque él no apestaba a alcohol, pero sí a tabaco-.
El resto del procedimiento médico continúa y nadie dice una sola palabra.

Dilara y yo intentamos quedarnos con Bey, pero pide estar sola y preferimos llevarle comida cada cierto tiempo. Dos días pasan y se sienten eternos en la residencia Aksoy, con Hamza y Dilaver haciendo que paguen lo que me hicieron a Beyhan y ella encerrada en su habitación sin hablar.

No habla con nadie, no permite que nos acerquemos, lo único que sabemos es que seguramente tiene pesadillas cada que intenta dormir, pero ni siquiera con el temor en su sueño nos permite acercarnos.

Me acomodo un poco más en el pequeño sillón de la sala - Ve a una de las habitaciones o a tu casa Hasret - Me sugiere Dilara - No me quiero alejar de ella, me siento culpable - Le confieso.

- No lo hagas, ninguno de nosotros es culpable, no lo es Beyhan por haber terminado con ese enfermo, no lo son Hamza, Bellinay o tú por haber hecho otras cosas en la fiesta, ni nosotros por haber permitido que fueran a la fiesta, los únicos culpables son esos tres mal nacidos que están en los almacenes ahora - Suelto un suspiro, sé que está en lo correcto.

- Ve a casa Hasret, tu madre está inquieta, no te ha visto en días y tu padre trata de mantenerla tranquila, pero es natural que ella quiera ver a su hija - Hay un tono melancólico en sus palabras - Me iré mañana, lo prometo, no quiero dejarlas solas - Simplemente asiente - Te traeré un poco de comida -.

Ascenso (Mafia turca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora