Isabelle terminó quédandose dormida ya que la sirvienta nunca volvió, al parecer tampoco iba a tener sus tres comidas en ese lugar, ella suspiro con gran pesar y dijo.
- ¿Cuando será el momento en que podré comer todo lo que quiera?
Isabelle se tocó el estómago y empezó a hablar con el.
- ¿Estómago porque siempre te tienen que castigar de está manera?, Preferiría una paliza si con eso obtengo mis tres comidas.
De pronto el sonido de la puerta se escuchó, de esta manera Isabelle se alegró, pensando que quizás había llegado el momento de que la sirvienta trajera su comida, ella pensó.
- Espero que haya traído la cesta con fruta que le pedí.
Isabelle volvió a hablarle a su estómago que seguía gruñendo de hambre.
- Tranquilo estómago, por fin vamos a poder comer.
Isabelle se levantó de la cama y abrió la puerta, pudo ver qué la sirvienta estába parada fuera de su habitación, pedo no llevaba nada de lo que ella le había pedido.
"Será que no tengo derecho ni a una sola comida en este lugar?, No pensaran matarme de hambre verdad?", eso era lo que pensaba Isabelle mientras fruncía el seño y miraba a la sirvienta que estaba frente a ella.
- ¿Donde está mi comida?, ¿Porque no me la has traído aún?
- Lo lamento, lo olvide por completo.
Mintió descaradamente.- Pues ves y tráela inmediatamente.
- No va a ser necesario ya que su majestad la está esperando para cenar.
Los ojos de Isabelle se iluminaron, la sirvienta pensó que era porque iba a poder cenar con el rey, cuando en realidad el cenar con el rey no tenía nada que ver, ya que a ella lo único que le importaba en ese momento era su cena, si la mandaban a cenar a un establo no le importaría, ya que lo único que quiere es una buena cena.
Aquella sirvienta llevó a Isabelle hasta el comedor real donde la esperaba su majestad, el rey.
Cuando William la vio llegar parecía que quería lanzarle el cuchillo que sostenía en la mano y atravesar su cabeza, cualquier persona hubiera temblado de miedo ante aquella mirada tan aterradora del rey, sin embargo Isabelle ni siquiera le prestó atención a cómo el rey la estaba mirando, ya que la comida que estaba sobre la mesa había capturado la total atención de Isabelle, ella tomo su lugar en la mesa junto al rey, inmediatamente tomo una cucharada de sopa que estaba frente a ella y se la metió a la boca.
El rey la miró con desprecio y dijo.
- Al parecer el rey Venobich no educó adecuadamente a la princesa, ya que sus modales son horrorosos.
El rey tenía razón sobre los modales de Isabelle así que ella no sé sintió ofendida en lo absoluto y siguió comiendo su sopa.
Ella se la acabó toda y siguió con la carne, luego con el pescado, ella dejo los platos completamente limpios; William tuvo la impresión de que no le habían dado de comer en años, ya que ella comía como si fuera su última comida.
Isabelle probó todo lo que había en la mesa, había cosas que ella en su vida jamás había probado como la carne de cordero, ella estaba tan feliz por esa comida que casi llora de la felicidad.
William alargó su mano para acariciar el cabello rizado de Isabelle, este se encontraba todo alborotado ya que ella había estado durmiendo, cuando ella sintió su mano tocando su cabello se quedó completamente quieta, se pregunto si el rey la mataría en ese instante, ella serró sus ojos y pensó.
"Por lo menos dejo que tuviera una buena cena antes de morir".
- Si no fuera por tu color de cabello, sin duda pensaría que eres un mendigo de la calle.
Habló el rey con su voz cargada de desprecio, Isabelle abrió sus ojos al sentir como el rey retiraba la mano de su cuello y pensó.
"Al parecer no me quería matar, solo quería comprobar que mi cabello fuera real y no teñido"
Isabelle no dijo nada, ya que por experiencia sabía que cuando un hombre estaba enojado era mejor quedarse callada, era mejor no decir nada para no molestarlo más ya que así no recibiría un castigo.
Ella sabía que guardar silencio era la mejor opción, lo sabía por experiencia propia, ya que cuando ella vivía en el castillo del reino de Laios si ella replicaba en algo el mayordomo que iba de ves en cuando a visitarla para asegurarse si aún no había muerto, la llegaba a castigar dejándola sin comida durante dos días enteros, en ocasiones le tocó pasar asta tres días seguidos de ayuno, desde ese entonces Isabelle había decidido que lo mejor era mantenerse en silencio cada vez que recibía algún regaño sin replicarlo.
El rey se levantó molesto y le dijo.
- Vuelve a tu habitación, el verte haces que se me revuelva el estómago.
Isabelle ya habían comido asta saciarse, aunque no había tenido la oportunidad de probar el postre, ella asintió con la cabeza y se levantó de la mesa.
Cuando volvió a su habitación Isabelle le pidió ayuda a la sirvienta para poderse quitar el vestido de novia, pero la sirvienta alegó que estaba muy ocupada y se marchó rápidamente de ahí.
Isabelle suspiro profundamente y comenzó a pesar como podía quitarse el vestido, cuando de pronto entró el rey a su habitación, ella lo miro con desconcierto preguntándose qué hacía ahí si hacía solo unos minutos que le dijo que se fuera por qué no quería ver su cara.
"Es verdad, esta es nuestra primera noche de casados". pensó Isabelle. Eso explicaba lo que hacía el rey en la habitación.
- Aún llevas ese estupido vestido, es ridículo que pretendas ser una novia ya que toda esta boda no es más que una farsa.
El rey se rió con amargura y le dijo.
- jamás te trataré como mi esposa, Nunca, escúchame bien, Nunca tocaré tu asqueroso cuerpo, quién sabe con cuántos hombres as estado antes que yo, escúchame bien princesa Isabelle, JAMÁS tendrás mí corazón, ni siquiera un lugar en mi cama y a partir de este día procura no cruzarte en mi camino, por qué si lo haces puede que pierda los estribos y terminé matandote.
Después de decir todo lo que quería sin darle oportunidad de hablar, William salió de la habitación azotando la puerta con fuerza.
Isabelle sabía que el rey la odiaba, pero nunca imaginó que tanto.
- Al parecer tampoco soy bienvenida en este lugar, solo espero que en este lugar no me hagan aguantar hambre, puedo con todo menos con eso.
Me tarde varios días en poder actualizar, pero aquí está el 3er capitulo.
Ya que pueda termino el siguiente.
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Esposa olvidada (Pausada)
AcakIsabelle era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despistado que veía a todos sus hijos como simples herramientas. En su quinceavo cumpleaños ella es obligada a casarse con el rey William. Enemigo jurado de su padre, ahí ella será...