El mayordomo estuvo bastante tiempo intentando convencerla para que ella decidiera volver al castillo, pero todos sus esfuerzos no sirvieron de nada ya que no la logró convencer, pese a todos sus esfuerzos el mayordomo regreso al palacio para informarle al rey que la princesa se reusaba a volver al castillo.
Al llegar he informarle al rey el pregunto.
- ¿ Por qué se reusa a regresar al palacio?
- No lo dijo con certeza, solo dijo que prefiere vivir en aquel lugar que volver al castillo, es lo único que dijo su majestad.
- Está bien, por mientras déjala en paz, ya que yo me recupere, yo mismo iré a verla, por mientras envía a unas sirvientas para que la cuiden.
- Como usted diga su majestad.
A las pocas horas de la conversación que tuvo con el rey, el mayordomo envío a varias sirvientas a la casa de Isabelle para que la ayudarán y la entendieran en lo que ella necesitará, cuando las sirvientas llegaron a la casa donde estaba viviendo la princesa la encontraron con sus pies descalzos y su ropa llena de tierra, al ver cómo se encontraba ella no disimularon ni un poco su desprecio al mirarla, pero aún así al momento de hablar lo hicieron de manera cortés.
- A partir del día de hoy estaremos al cuidado de la princesa.
- Yo no necesito de sus cuidados, así que mejor váyanse.
- Lo sentimos, pero no podemos irnos, ya que su majestad el rey nos a mandado a cuidar de usted.
Isabelle al escuchar ello, tomó un cubo de agua sucia que ella había estado utilizando para lavarse las manos que tenía llenas de barro.
- Les he dicho que no quiero su ayuda, no quiero que estén cerca de mí, hací que o se van por las buenas o por las malas, si es por las malas no dudaré en arrojar les el agua sucia que tengo en este cubo.
- Princesa no sea caprichosa, si nos quedamos le seremos de mucha ayuda.
- Durante todos los años que he estado viviendo aquí no he tenido la ayuda de nadie, asi que ahora no necesito la ayuda de ustedes, mejor váyanse de aquí.
Las sirvientas no paraban de insistirle a Isabelle qué las dejará quedarse, Isabelle ya fastidiada de la insistencia de las sirvientas, tomo el cubo de agua y se los lanzo encima, con las ropas completamente mojadas las sirvientas corrieron al palacio real, al llegar al palacio fueron directamente al mayordomo para contarle lo sucedido con la princesa.
- La princesa es una mujer sumamente cruel y malvada, mire lo que nos ha hecho, nos tiró encima agua sucia, cuando lo único que nosotros queríamos era ayudarla.
El mayordomo al escuchar a las sirvientas que venían de casa de la princesa dio un suspiro pesado, pero aún así envío a otras sirvientas a casa de Isabelle, todas las sirvientas que llegaban a la casa de Isabelle no hacían más que mirarla con desprecio y burla, Isabelle no quería a personas así a su lado, es por eso que prefería vivir sola y que olvidarán su existencia.
Isabelle recibía a todas las sirvientas que iban a su casa con un cubo de agua sucia, al final encontró divertido mojar a las sirvientas con agua sucia ahora las esperaba con ansias para poder mojarlas, ella sin duda disfrutaba mucho ver cómo quedaban aquellas mujeres, pero le encantaba más la reacción que tenían cuando ella las empapaba.
Al final ella tuvo que comenzar a usar agua limpia ya que no tenía suficiente tiempo para tener agua sucia para esperar a las sirvientas. Isabelle no era tonta, ella sabía perfectamente bien que todos la catalogada como una mujer malvada, igual que su padre, solo que era todo lo contrario, las personas eran las malas con ella no ella con las personas, asi que por primera vez en su vida decidió comportarse como las personas la veían, como la mala.
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Esposa olvidada (Pausada)
AcakIsabelle era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despistado que veía a todos sus hijos como simples herramientas. En su quinceavo cumpleaños ella es obligada a casarse con el rey William. Enemigo jurado de su padre, ahí ella será...