El verano paso, dándole paso al refrescante otoño. Isabelle seguía escapandosé durante las noches , ya que encontraba divertido escaparce durante las noches, sobre todo por que cuando el invierno llegará no podría seguir escapandosé, sus ropas eran ligeras y no traía ningún abrigo, cuando llegara el invierno tendría que quedarse en su habitación para poderse refugiar del frío, deseando que llegará pronto la primavera.
Isabelle siempre había odiado el invierno, ya que durante ese tiempo ella sufría mucho de frío, asi que deseó que este invierno fuera diferente para ella, pero eso lo dudaba, las sirvientas la ignoraban y cuando se quejaba lo único que recibía era un trato peor, las sirvientas tomaban la decisión de dejarle de llevar comida, en esos días que Isabelle no le llevaban comida ella podía sobrevivir gracias a las manzanas que siempre guardaba, eso era lo que comía solo asta que las sirvientas despidieran volver a llevarle comida.
Eso había pasado las veces que Isabelle se había quedado por el calor sofocante de la habitación y también cuando protestaba por qué no le llevaban la comida, después de eso ella dejo de quejarse por el bien de su estómago y aún cuando nesesitaba algo no lo pedía, ella se las apañaba con lo que tenía en sus habitación.
El otoño paso en un abrir y cerrar de ojos, cuando llegó el invierno Isabelle tuvo que dejar sus paseos nocturnos, pero debes en cuando cundo sentía que ya no soportaba más su encierro volvía a salir al jardín pero solo por un momento y luego regresaba a su habitación.
Una noche mientras daba un paseo por el jardín William la vio, el no se acercó a ella, tampoco dejo que ella lo viera, mejor decidió observarla desde las sombras,el al ver qué ella estaba descalza y que no llevaba ningún abrigo con ella, sino que estaba envuelta en una sábana, lo primero que pensó es que la princesa Isabelle era demasiado extravagante, así que decidió mejor marcharse del lugar.
Ese invierno no había sido tan malo como había pensado Isabelle, no se comparaba a los inviernos que había pasado en el reino de Laios, aunque ella no tenía la ropa adecuada para el invierno lo cierto es que su habitación se mantenía con una temperatura bastante calida y agradable, no se podía quejar ya que aunque no la trataban de la mejor manera, lo cierto es que tenía mantas suficientes como para poder soportar el frío que traía consigo el invierno.
Cuando el invierno acabo y la primavera dio inicio nuevamente Isabelle se sentía muy feliz ya que pronto podría volver a salir del castillo para dar sus paseos nocturnos.
Isabelle cantaba una canción mientras veía por la ventana de su balcón el hermoso jardín lleno de flores, cuando una sirvienta entró y le dijo.
- Princesa, hoy hace un buen día, porque no da un paseo por el jardín.
- ¿De verdad, puedo hacerlo?
- Por su puesto, su majestad el rey dio su permiso.
Isabelle muy emocionada salió de su habitación y se dirigió al jardín, ella se encontraba tan emocionada que se olvidó por completo ponerse unos zapatos, ella solo poseía un par de zapatos que le resultaban sumamente incómodos, esa era la razón por la que preferiría no usarlos.
Mientras daba su paseo por el jardín podía sentir como la brisa fresca golpeaba su rostro, como la hierba un tanto humeda se sentía relajante entré sus pies, ella camino por el jardín por primera vez bajo la luz del sol disfrutando el hermoso jardín lleno de flores que parecía brillante ante sus ojos.
Cuando de pronto escucho una vos femenina que le hablo, era una mujer de cabello castaño, la mujer llevaba un hermoso vestido rojo que hacía que ella resaltará de entré aquellas flores blancas que adornaban el hermoso jardín.
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Esposa olvidada (Pausada)
RastgeleIsabelle era la primera hija del rey de Venobich, un hombre cruel y despistado que veía a todos sus hijos como simples herramientas. En su quinceavo cumpleaños ella es obligada a casarse con el rey William. Enemigo jurado de su padre, ahí ella será...