Sin vergüenza {8}

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Era cierto que William había ignorado por completo a la princesa, pero eso no quería decir que ella dejaría de ver una princesa, por lo tanto tenía que seguir siendo tratada como tal, y es que el jamás dió la orden de que ella la tratan como asta ahora.

Un pequeño recuerdo llegó a la mente de William, el recordó por qué ella se encontraba en ese lugar, recordó que ese era el castigo que el le había impuesto, sin embargo el castigo solo había sido temporal.
William cubrió su rostro con sus manos, el recordó que jamás mencionó cuánto tiempo duraría el castigo de la princesa en aquel lugar, como nadie en el castillo mencionaba a la princesa el la olvidó por completo, el la observó detenidamente.

Llevaba puesto un sencillo vestido blanco que le llegaba asta las rodillas, el vestido no tenía ningún adornó, lo cuál era raro ya que ni los sirvientes vestían de aquella manera tan sencilla, al ver sus pies vió que estába descalza, recordó que cuando la veía por el jardín en las noches ella de igual manera no llevaba nunca zapatos, eso le volvió a hacer que pensara que la princesa era extravagante, pero a la misma ves algo en su interior le decía que ella no era de esa manera.

- ¿Me tratas de decir que llevas tres años viviendo tú sóla en este lugar sin la ayuda de ningún sirviente?.

- Si.

- De acuerdo, ahora, ¿Por qué nunca dijiste nada?, ¿Por qué nunca fuiste a quejarte?.

- No lo entiendo, ¿Por qué debería haberlo hecho?, Y aún que lo hubiera hecho nadie me hubiera escuchado, le recuerdo que su majestad me dejó bien en claro que no quería volver a verme, así que solo hice lo que si majestad me ordenó.

- Yo no......

Isabelle le corto al rey lo que le iba a decir, al poner sus ropas sobre la cama y decirle.

- Lo lamento Majestad, pero no ahí más ropa para que usted pueda usar en este lugar, así que me temo que tendrá que volver a usarlas, pero le repito la prendas se encuentran limpias, yo misma me encargue de lavarlas, pero no pude quitar las manchas de sangre.

En ese momento William sintió un gran pesar al ver a la princesa que estaba delante de él, es cierto que el no sentía ningúna simpátia por aquella mujer y todo gracias a lo que su familia le había hecho a su reino, aquel pesar que el sentía era debido a cómo ella estuvo viviendo durante esos tres años en aquellas condiciones.

William no dijo nada, solo tomo la ropa entre sus manos y retiro la sábana que lo cubría, al momento de quitarse la sábana el se dio cuenta que estaba completamente desnudo, no pudo evitar que su cara se sonrojara, entonces le pregunto.

- ¿Quién me quitó la ropa?.

- Fuí yo, ¿Ahí algún problema?.

- ¿Acaso no tienes ni una pizca de vergüenza?.

- ¿Por qué debería de sentir vergüenza?

- Como que porque?, me quitaste toda mi ropa, me dejaste desnudo!!.

- ¿Por verlo desnudo es por lo que tengo que sentir vergüenza?.

- Eres una sin vergüenza, sal de aquí que voy a vestirme.

- ¿No quiere que le ayude a ponerse la ropa?.

- ¿Qué?, No!!!, Ahora sal de la habitación.

Isabelle decidió salir de la casa para darle un poco de privacidad al rey, mientras William se levantó de la cama por completo para ponerse la ropa, Isabelle decidió volver a dentro de la casa para saber si se le ofrecía algo al rey, llegó a la puerta de su habitación y asomo su cabeza al abrirla, al mirar dentro de la habitación pudo ver a William completamente desnudo, ella al verlo tal como vino al mundo no se inmutó y mucho menos sintió vergüenza, así que le pregunto.

Esposa olvidada (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora