Los días que siguieron de la cena no fueron fáciles para nadie, ni siquiera Namjoon y Hye Kyo podían evitar sentir un poco de culpabilidad por todo lo sucedido. Por un lado, sabían que haberle contado a Yoongi que Seokjin era su medio hermano era una pesada carga que llevar, especialmente considerando que le habían pedido que no revelara nada hasta que ellos decidieran hacerlo. Por el otro, estaban Taehyung y Jungkook. Tanto Namjoon como Hye Kyo sabían que les habían fallado como padres años atrás cuando sus hijos eran demasiado jóvenes, pero ya eran adultos y debían entender. Ese pensamiento era lo único que los mantenía firmes en su decisión.
Lo que ellos no sabían o conscientemente decidían ignorar, era que habían dejado una grieta en la relación de Taehyung y Jungkook. La noche de la cena, después del doloroso intercambio, habían ido juntos al departamento y habían dormido abrazados, temerosos de perderse el uno al otro; no obstante, al despertar al día siguiente, ambos sabían que no estaban bien. Taehyung sentía que iba a perder a su novio en cualquier momento debido a sus propias mentiras y eso lo aterraba. Y Jungkook, por su parte, no sabía cómo depositar toda su confianza en Tae, especialmente porque tenía una extraña sensación en la boca del estómago que le decía que había algo más que no sabía.
La distancia entre ellos era tan tangible que ninguno había salido del departamento por miedo a que esa distancia se hiciera más grande, incluso si sus intercambios no eran más que un par de palabras durante el día y dormir junto al otro durante la noche.
La situación tenía que cambiar, pensó Jungkook saliendo de su habitación. Estaba siendo ridículo, ¿qué hacía desaprovechando su tiempo con Tae? Él ya le había dicho que no había más mentiras, y eso era todo lo que necesitaba. Tenía que dejar esa cena atrás y confiar en su novio para así poder borrar el dolor que veía en sus ojos cada vez que lo miraba.
Caminó hasta Taehyung, que estaba mirando algo en su teléfono en el sofá de la sala principal, y se recostó con él, apoyando su cabeza en las piernas de Tae. Este se le quedó mirando sin decir nada.
—¿Qué haces? —preguntó Jungkook tratando de romper el hielo.
—Estaba viendo como ordenar mis ideas para mañana. —respondió volviendo su atención a la pantalla de su celular.
—Oh... Había olvidado que mañana vas a trabajar. —Estiró su brazo y tocó su mejilla con el dorso de su mano para llamar su atención—. Tae... Mírame.
—Lo siento. —dijo Jk cuando sus ojos conectaron.
—¿Por qué? —preguntó Taehyung—. Soy yo quien lo siente.
Jungkook alejó su mano del rostro de su novio y en vez de eso tomó su mano.
—Lo sé, pero estos días me he alejado mucho de ti y no es justo.
—No lo sé... —Taehyung comenzó a hablar pero fue interrumpido.
—Tae, no es justo que me aleje así. Lo que hiciste no fue algo imperdonable y he sido demasiado duro contigo, lo siento.
—Está bien, yo igual.
—Lo sé, te amo.
—Yo también. —respondió Tae y se inclinó para darle un corto beso en la frente.
—¿Estás listo para mañana? —preguntó Jk, aún con su cabeza apoyada en las piernas de Tae.
—Sí, Taemin me mandó los detalles y ya tengo una idea de cómo haré la sesión. —respondió mientras jugaba con el pelo de Jungkook—. Oh, lo había olvidado.
—¿Qué cosa?
—Jimin escribió para saber de nosotros.
—Pero si hablaste con él ayer. ¿Ya nos extraña? —Jungkook se levantó para acomodarse y sentarse al lado de Taehyung.
ESTÁS LEYENDO
I. Hasta que las estrellas dejen de brillar
ФанфикEse día de otoño, el día en que todo terminó, olvidaron todas sus promesas, la ilusión y el amor que sentían por el otro, y la reemplazaron por rencor, dolor y... odio. Juraron no volver a encontrarse. Sin embargo, no esperaban que el destino jugar...