Jungkook miró la carta que tenía en las manos. Era su segundo... No, cuarto intento tratando de leerla, pero simplemente no podía; ni siquiera había podido sacarla del sobre. Pensó en el momento en que Solar se la había entregado un par de noches atrás. Estaba tan sorprendido de que fuera ella la que le estaba entregando la carta en nombre de Tae que ni siquiera había sido capaz de tomarla de sus manos en un comienzo.
«Tenemos que hablar.»
Eso fue lo primero que le dijo cuando llegó de improviso a su departamento cerca de las doce de la noche. Lo que Jungkook no se esperaba era que quisiera hablar de Tae, o más bien instarlo a hablar con él. Al parecer su reunión con Taehyung, otra cosa que lo había dejado completamente desconcertado, había logrado convencerla de que debía escucharlo y tratar de entenderlo. En el fondo, Jungkook ya sabía que eso era lo mejor, pero no dejaba de ser increible que Tae hubiera logrado atravesar las barreras de su mejor amiga.
«Es una buena persona, Jk, solo tiene miedo.»
Las últimas palabras de su amiga seguían rondando su cabeza. Había querido preguntarle a qué se refería, pero no pudo hacerlo porque Solar se apresuró en poner la carta entre sus manos y salió del departamento dejándolo con la palabra en la boca. Quizá la respuesta estaba ahí, en las palabras escritas que no se atrevía a leer. Jungkook suspiró y sopesó si enfrentarse a la verdad de Tae de una vez, o dejarlo para más tarde en su quinto intento.
Su celular comenzó a sonar, liberándolo de tomar una decisión por sí mismo.
—Hyung. —contestó. Era su hermano.
—Jungkook, ¿cómo estás? —preguntó este.
—Mmm... —No sabía muy bien cómo responder. No estaba bien, pero no estaba mal como en un principio; no cuando sus amigos parecían haber comprendido un poco las acciones de Tae. No justificaban sus acciones, pero definitivamente creían que era alguien que valía la pena escucharlo al menos.
—¿No muy bien?
—No muy bien.
—Es por Taehyung, ¿no?
—Sí... —dijo con suavidad.
—¿Quieres contarme?
—Tae estaba conmigo sin haber terminado su relación con Rosé. Nos engañó a ambos todo este tiempo. —dijo casi sin respirar—. Además, ocultó unas fotos y unos mensajes de chantaje que nos involucran a los tres.
Jungkook meditó sobre sus propias palabras por un milisegundo y se arrepintió de la forma en que se expresó. No quería a alguien más enojado con Tae.
—Espera...
—Ya veo, supongo que me mintió a mí también. —comentó Yoongi pensativo.
—¿A qué te refieres? —Jungkook estaba confundido.
—Nada, solo que me reuní con él hace poco y me dijo que lo de Rosé se había acabado.
—Ah...
—¿Qué pasó con lo de las fotos? ¿Quién...?
—No sé, hyung, no quiero...
—Ok, ok, entiendo, solo dime una cosa. —dijo Yoongi y continuó sin dejar que su hermano respondiera—. A pesar de la mentira, ¿tu crees que él te ama?
—Sí. —Jk respondió tan rápido que se sorprendió a sí mismo.
A pesar de que estaba aún molesto con Tae y no sabía si podía confiar en él en muchas cosas, en el fondo sabía que este lo amaba. No tenía ninguna duda, ¿qué significaba eso?
ESTÁS LEYENDO
I. Hasta que las estrellas dejen de brillar
Fiksi PenggemarEse día de otoño, el día en que todo terminó, olvidaron todas sus promesas, la ilusión y el amor que sentían por el otro, y la reemplazaron por rencor, dolor y... odio. Juraron no volver a encontrarse. Sin embargo, no esperaban que el destino jugar...